El caso de un funcionario de Salcobrand en Santiago ha encendido las alarmas de los trabajadores de farmacia, quienes también forman parte de esa primera línea tan comentada, pero muchas veces son olvidados.
Si bien muchas veces no son considerados, al momento de hablar de los profesionales de la Salud que están en la primera línea, de una u otra forma los farmacéuticos también son parte de ese grupo.
En efecto, las farmacias también son de primera necesidad y no dejan de atender, incluso en medio del toque de queda. Los profesionales que ahí laboran conviven a diario con personas enfermas (que concurren a ellos en busca de algún remedio), pero también con el temor de contraer covid-19, por clientes que desconocen estar contagiados (asintomáticos) o irresponsables que no toman ningún tipo de resguardo.
El fallecimiento de un dependiente de uno de los locales de la cadena Salcobrand, en Quilicura, región Metropolitana, supuestamente tras atender a una clienta contagiada, encendió las alarmas de trabajadores, incluso, en la región.
A través de una declaración que hizo llegar a todos sus locales en Chile, y dirigida a sus colaboradores, el gerente general de la firma, Matías Verdugo, desestimó responsabilidad de la empresa en la muerte del trabajador de 49 años, recalcando que desde el inicio de la pandemia se han “considerado todas las medidas que están a nuestro alcance, colocando todos los recursos necesarios para cuidar la salud y vida de cada uno de ustedes”.
Explica en el documento que en todos los locales se han entregado “máscaras especiales y mascarillas para los equipos locales”, además, de alcohol gel, material de limpieza, e instalación de cortinas de atención. La declaración concluye lamentando que se “hagan acusaciones falsas, graves y gratuitas aludiendo a la responsabilidad de la empresa”.
El gerente, por cierto, alude a la declaración de la Federación Nacional de Trabajadores de Cadenas de Farmacias de Chile (Fenatrafar), quien aseguró que el trabajador falleció pues no contaba con protección suficiente y que pese a dar aviso a sus superiores, no se siguieron los protocolos.
En Concepción, la mayoría de las farmacias cumple con los protocolos, no obstante, algunos químicos farmacéuticos consultados para esta nota, pero que pidieron reserva de sus nombres por trabajar en conocidas cadenas, dijeron que hay casos donde no existen cortinas para atención de público en pleno centro y algunos horarios no se justifican considerando, entre otras cosas, el toque de queda.