El acontecer de cada día, el desarrollo y el bien de nuestra región han sido los motores que han movido a este diario que sigue presente en medio de la pandemia.
El martes 20 de mayo de 2008, fruto de una alianza entre la Universidad de Concepción (UdeC) y Copesa, Diario Concepción estuvo por primera vez en las calles.
No obstante, dicha edición estuvo lista un día antes para ser presentada en sociedad. Y el escenario fue el Teatro de la Universidad de Concepción. En esa ocasión, nos vestimos de gala para dar a conocer nuestra propuesta, desafíos y, por qué no decirlo, sueños. Todo ante la presencia de las autoridades regionales y académicas de la época; invitados especiales y ciudadanía en general. Todos ellos junto a profesionales de otros medios, incluyendo, nuestra “competencia”. Todos querían conocer un poco más de la nueva apuesta.
Pero nuestra propuesta, desafíos y sueños nos pusieron a prueba, justamente, ese primer día. “Cerrar temprano” implicó tener todo listo antes de las 15 horas, para que nuestro producto fuera impreso en Chillán y pudiera estar de vuelta antes de las 20 horas en la capital regional, para ser distribuido en el hall del Teatro.
Ese primer día, la contingencia fue más fuerte. Así, lo que un grupo de jóvenes profesionales, liderados por los experimentados, Iván Cienfuegos (en la dirección) y Manuel Godoy (edición general), venían planificando un mes antes, en medio de marchas blancas, pruebas y errores, tuvo que ser modificado debido a las inclemencias del tiempo. La cantidad de agua caída y los fuertes vientos hicieron que muchos sectores de varias comunas de la provincia de Concepción pasaran un mal día.
La noticia estaba ahí y no pudimos (no quisimos) obviarla. La pauta, en definitiva, como suele ocurrir todos los días en el ejercicio del periodismo, nos empezaba a indicar que el camino no sería sencillo que nos encontraríamos con obstáculos y problemas cada jornada, ello, sin importar nuestra buena planificación.
Sin embargo, al mismo tiempo, “la noticia” nos hablaba y manifestaba abiertamente que si estábamos dispuestos a cumplir con nuestro rol profesional seríamos recompensados con el respeto de la audiencia, de nuestros lectores ávidos de conocer lo que está pasando en nuestra región, nuestra ciudad, nuestro territorio.
Así ocurrió el 27 de febrero del 2010, cuando el compromiso e ímpetu de nuestros profesionales por contar lo que estaba pasando, chocó con las condiciones técnicas con que contábamos que, como buena parte de la Región, se encontraban en el suelo. Eso no nos detuvo, y dos días después editamos una edición especial, en blanco y negro, tal y como veíamos aquel presente.
Han pasado 12 años desde ese lejano mayo de 2008 y, con él, una serie de hechos y acontecimientos que han sido reporteados y desplegados en todas las páginas de nuestras 4 mil 361 ediciones (incluyendo esta), lo que ha sido posible por el compromiso de cientos de profesionales del periodismo, la fotografía y el diseño, que han pasado por este medio que también ha sido una escuela.
En el día que cumplimos 12 años reafirmamos nuestro compromiso de seguir entregando lo mejor de nosotros, con aciertos y errores (son inevitables), pero con la convicción de que podemos ser una voz más que contribuya al crecimiento y desarrollo de nuestra región.
