La prueba tendrá carácter de diagnóstico y sin consecuencias para los establecimientos. Seremi de Educación recalcó que es importante su realización, porque constituye una valiosa herramienta para los colegios.
A pesar de que el año pasado los alumnos perdieron gran cantidad de contenidos, tanto por el paro de profesores como por el estallido social, y que este año las clases regulares se extendieron por menos de dos semanas, el Ministerio de Educación decidió que se realizará la evaluación Simce a fin de año.
Fernando Peña, seremi de Educación, afirmó que la evaluación es muy importante de realizar porque tiene un valor estadístico para saber cuál será el impacto que va a tener la pandemia en los aprendizajes y también contribuye como herramienta de gestión para que los equipos directivos de cada colegio puedan tomar decisiones de mejora que no se deben interrumpir.
“Sabemos que es un año excepcional, pero el Simce de este año sólo va a ser una prueba diagnóstica sin consecuencias para los establecimientos”, dijo Peña y destacó que la evaluación permite tener una radiografía de la trayectoria de los establecimientos.
Al ser consultado sobre el parecido que la prueba podría tener con el diagnóstico que prepara la Agencia de la Calidad de la Educación (ACE), aseguró que serán complementarias.
Los contenidos serán ajustados de acuerdo al currículum priorizado que está trabajando el Mineduc y la evaluación será recalendarizada hacia el final del año escolar, de acuerdo a cómo evolucione la emergencia sanitaria, fecha será comunicada por la ACE.
Daniel Rodríguez, secretario ejecutivo de la agencia que aplicará el test a 750 mil estudiantes de cuarto y sexto básico, y segundo medio a nivel nacional, aseguró que “tener datos hoy hace la diferencia para enfrentar la contingencia y el futuro”.
“Es un nuevo error del Ministerio de Educación, no están pensando en los estudiantes, sólo están pensando en cumplir con compromisos que tienen con las entidades que crean y aplican el instrumento, porque hay platas involucradas, pero realmente aquí no hay nada que evaluar”, dijo el presidente regional de Colegio de Profesores, Boris Figueroa.
El directivo comentó que la falta de clases normales, suspendida desde el estallido social y considerando que la mayoría no cuenta con Internet es imposible lograr algún avance en aprendizaje.
Para la docente de Lenguaje, Pamela Villagra, que realiza clases a séptimo y octavo básico en Lota, aseguró que el Simce es una medida equivocada, “desde octubre no tienen clases, este año sólo una semana en algunos colegios. No hay habilidades ni aprendizajes que medir, las guías permiten que los niños mantengan alguna constancia, pero difícilmente avanzar. A esta altura deberíamos haber visto dos unidades, pero sólo llevamos una”.