Las consultas ciudadanas no son parte del proceso formal. Autoridad local llamó a buscar una densificación equilibrada.
Si bien el jueves se aprobó en el concejo municipal de Concepción el inicio del proceso para modificar el Plan Regulador Comunal (PRC), para muchos la iniciativa que limita entre cinco y 15 pisos la altura de edificación, debió ir de la mano con la postergación de los permisos de construcción.
De hecho, la solicitud, que busca evitar la proliferación de edificios mientras se esté realizando la modificación número 15 del PRC, fue realizada a viva voz por los vecinos, que pedían incluirla en tabla, situación que no se concretó y que implicó suspender la sesión.
Más tarde el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, afirmó que luego de un mes de aprobada la imagen objetivo podrá hacer el trámite ante la Seremi de Vivienda y Urbanismo para que autorice.
Sin embargo, según explicó el jefe local de la cartera, James Argo, el proceso de postergación de permisos, que está contemplado en el artículo 117 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, sólo se puede realizar cuando la modificación del PRC esté iniciada.
“Es importante que estos procesos de modificaciones a los planes reguladores tengan un grado importante de avance antes que autoricemos el congelamiento de permisos porque son por tres meses, prorrogable hasta por un año, pero las modificaciones, generalmente, toman más tiempo, cerca de tres años”.
Según Argo, si se congelan los permisos al día uno del inicio del proceso de modificación, “puede ser que los privados al cabo de un año puedan solicitar un permiso, que tendría que ser aceptado, pues ya se les venció el congelamiento”.
Aseveró que independiente que la modificación al PRC incluye la voz de la comunidad, las consultas no son suficientes como para autorizar el congelamiento, pues no son parte del proceso formal.
Según el trabajo que se ha realizado, a través del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, el seremi Argo afirmó que lo ideal es que las ciudades tiendan a una densificación equilibrada, que las personas puedan tener acceso a viviendas bien ubicadas, conectadas con servicios y áreas verdes.
“Eso se cumple donde hay más inversión pública como los corredores de transporte y ahí la propuesta va por una altura mayor (…). Limitarlos no nos va a ayudar”.
Argo afirmó que así como es importante considerar altura en los corredores, se debe impulsar la integración social, buscando que familias de escasos recursos cuenten con una vivienda adecuada. “Las alternativas son extensión urbana, hacia el sector rural, o hacia arriba, y la otra alternativa es condenar, y hacer que las personas tengan que vivir en la periferia, otra ciudad u otra comuna”, comentó.