Niños, ancianos y enfermos crónicos son los más afectados por la contaminación. Recomiendan no exponerse.
El viento norte, sumado a la vaguada costera, habría generado que el humo emanado de un incendio forestal, que se combate hace cuatro días en el sector de Raqui, en la provincia de Arauco, cubriera ayer en la mañana el Gran Concepción, así lo comentó el director de Conaf, Juan Carlo Hinojosa.
Aunque también versiones de brigadistas forestales apuntaron a que el origen del humo, además de Raqui, estaba en otros focos que están activos en Lloncao, Paicaví, Cañete y Lanualhue.
Más allá de la fuente de humo, el seremi de Salud, Héctor Muñoz, recomendó, en casos como este, que la población use un paño húmedo o mascarilla para cubrir nariz y boca; evitar actividades deportivas, mantener puertas y ventanas cerradas para evitar el ingreso del humo y evitar otras fuentes de contaminación domiciliaria.
Aseveró que niños, adultos mayores y pacientes asmáticos deben evitar acercarse a zonas muy contaminadas por el humo.
Claudia Azócar, broncopulmonar de la Clínica Universitaria, explicó que la nube de humo puede influir en la salud de los niños menores de dos años y adultos mayores, sobre todo, en los enfermos crónicos como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y en quienes tienen un grado de hiperactividad bronquial.
El humo “aumenta la obstrucción bronquial, tos y dificultad respiratoria. Por lo tanto, esa gente es la que debe tomar más precauciones cuando hay este tipo de contaminación ambiental”.
La broncopulmonar agregó que lo ideal es que los pacientes crónicos no salgan a la calle, ni siquiera con mascarilla, porque ese elemento no bloquea las partículas que hay en el aire.
La autoridad sanitaria advirtió, además, que en caso de compromiso de estado de conciencia, mareos, vómitos y debilidad persistente, dificultad respiratoria o la presencia de conjuntivitis se recomienda consultar al centro de salud más cercano.