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Penquistas apoyan en forma transversal las marchas y demandas

Creen que el cambio a la Constitución y la rebaja de la dieta parlamentaria no son suficientes, pues no generan cambios sustanciales y rápidos para quienes más lo necesitan.

Por: Ximena Valenzuela - Mauro Álvarez 24 de Noviembre 2019
Fotografía: Carolina Echagüe M.

El estallido social que se vive en el país se ha hecho presente, de manera fuerte y constante en Concepción, cada día son cientos de personas las que salen a las calles y exigen cambios sustanciales.

Se estima que más de 200 mil personas participaron en la marcha, convocada el 12 de noviembre en el contexto del primer llamado a paro nacional, la con mayor convocatoria hasta el momento y, si bien otras han tenido un número menor de participantes, la consigna es clara “seguiremos en la calle hasta obtener cambios reales que le ayuden a la gente”, dijo Carmen Frez, enfermera que trabaja en el área de la salud.

La educadora y experta en estimulación temprana, Andrea Manosalva, reconoce que las convocatorias en los últimos días no han sido tan amplias, pero “es necesario no dejar de hacerlo, para que logremos cambios reales y sustanciales, en nuestra sociedad”.

Foto por Carolina Echagüe M.

Roberto Rojas, presidente regional de la Asociación de Funcionarios del SII, precisó que más allá de las marchas se requiere que la autoridad política de soluciones claras a las demandas sociales, “que la autoridad política cambie su discurso, que recojan las propuestas de la gente e intenten implementarlas con acuerdos nacionales”.

A juicio de Carmen Amigo, enfermera en retiro, tanto el Gobierno como los políticos deben entender que la gente común y corriente necesita, más allá de un cambio de Constitución y una rebaja en la dieta parlamentaria, “mejoras en las pensiones, pero no un aumento para los mayores de 80 años, eso me parece irrisorio, debe ser para todos. Las pensiones son precarias y la jubilación, de júbilo no tiene nada, más bien implica desesperanza y miedo”.

Foto por Lukas Jara M.

En la misma línea, Claudia Garrido, presidenta de la Asociación de Funcionarios de Salud de Hualpén, comentó que “mientras no se defina subir el aporte per cápita la atención en consultorios seguirá siendo deficiente, pues actualmente reciben $6.300 por la atención de cada paciente, el gobierno ofrece $7.040, pero en realidad requieren más de $10.000 para lograrlo”.

Julián Pardo, ex docente que ahora trabaja como conductor de Uber, aseguró que su pensión es mínima. “Si no sigo trabajando no como (…) es indigno ver adultos mayores recogiendo fruta y verdura que se desecha en las ferias para comer. Los políticos por más que rebajen las dietas nunca lo vivirán, por eso no entienden nada”.

Raphael Sierra P.

Pamela Falco, egresó el año pasado de un liceo y debió hacer preuniversitario para rendir una PSU que le permita estudiar ingeniería civil. “La educación debería ser de calidad para todos, pero lamentablemente los que estudiamos en el sistema público tenemos que buscar otras opciones para lograrlo. Y no es nada entrar a la U, el problema es después para pagar, peor que un dividendo. Eso me da miedo”.

Así las cosas, adultos mayores, niños y jóvenes esperan cambios radicales en materia de salud, pensiones y educación, entre otros, que permitan a los chilenos tener una vida más digna, especialmente, al momento de envejecer, situación que, a juicio de muchos, se resuelve con firmas de decretos y no sólo con una nueva Constitución.

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