Ciudad

Tres proyectos Smart Cities buscan un giro para el Gran Concepción

Pago del transporte público a través de código QR, un sistema de reciclaje en colegios y una línea de productos dermatológicos en base a bioresiduos de la corteza del pino fueron seleccionados.

Por: Ximena Valenzuela 22 de Septiembre 2019
Fotografía: Cedida

Las ciudades inteligentes, conocidas como Smart Cities, son aquellas que usan el potencial de la tecnología y la innovación para promover un desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Hacia allá apunta Desafío Bío Bío: Grandes Ideas para una Región Inteligente, proyecto que se realizó a través de un fondo de innovación y competitividad otorgado por el Gore al Centro de Innovación en Ciudades de la Universidad del Desarrollo– a la que se presentaron múltiples propuestas.

Sin embargo, sólo tres, los más votados a través de www.desafiobiobio.cl verán la luz. Los escogidos tienen relación con el reciclaje en establecimientos educacionales; biocosmética en base a la corteza de la madera y un método de pago con código QR para el transporte público. Los proyectos, según explicaron los organizadores, buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del Gran Concepción, fomentar el crecimiento de las empresas locales, contribuir a las economías circulares y también a la creación de nuevas capacidades para las pymes del Bío Bío.

El intendente Sergio Giacaman explicó que “este proyecto obedece a una alianza que hemos construido con el Gobierno Regional, Corfo y la Universidad del Desarrollo para potenciar los usos de la tecnología en beneficio de la ciudad. Quisimos aprovechar la tecnología y la participación ciudadana para favorecer a las personas con la creación de aplicaciones que irán en directo beneficio de ellos y su entorno”.

Francisca Astaburuaga, directora ejecutiva del Centro de Innovación de Ciudades, CIC, de la UDD, se mostró satisfecha con los resultados. “Nos tiene muy contentos haber podido ser articuladores de un proceso de encuentro entre emprendedores, para mejorar lo que se puede implementar en la ciudad y para ofrecer nuevas oportunidades a la gente que busca armar una economía desde los ciudadanos”.

Cada uno de los proyectos ganadores recibirá 20 millones de pesos para desarrollar y poner en práctica sus propuestas a corto plazo.

Según explicó Astaburuaga el dinero de los proyectos se entrega por etapas, dependiendo de los avances que vayan realizando los emprendedores. De hecho, destacó que durante todo el proceso de desarrollo del proyecto la Casa de Estudios realiza un acompañamiento a los ganadores, apoyándolos en sus avances y en la toma de decisiones. “Una vez terminada la implementación de las iniciativas ya habrán recibido el total del premio correspondiente a 20 millones de pesos.”

Los ganadores

Uno de los proyectos seleccionados fue el llamado Pulired, compuesto por un equipo multidisciplinario, se enfoca en el reciclaje en establecimientos educaciones. Kevin Morales, director ejecutivo y fundador de Pulired, explicó que la idea es trabajar mediante la instalación de un punto limpio, que motive el reciclaje domiciliario, a través de la educación y el fomento de éste, buscando generar el hábito de reciclar en la ciudadanía, y así aportar con la nueva economía circular y la sustentabilidad regional, nacional y mundial. (Ver foto 1)

La psicóloga Marcela Rodríguez y su pareja Daniel Sandoval, ingeniero civil en biotecnología, crearon una solución para los problemas dermatológicos cuando se enfrentaron a una aguda dermatitis alérgica de su hijo. La iniciativa propone desarrollar una nueva industria cosmética, regional y sustentable (cremas, shampoo y jabón), que en lugar de derivados del petróleo se base en un bioresiduo de la corteza del pino radiata, de gran abundancia en la industria forestal, que produce daño en la fauna edáfica (plantas), potencia incendios al ser material pirogénico y cambia en la química del suelo; pero que resulta idóneo para productos dermatológicos (Ver foto 2).

Los hermanos Felipe y Marcelo Lara, que pertenecen al área informática y administrativa, asociados con Francisco Aruta, joven que se ha dedicado al área transporte, decidieron poner en marcha un proyecto para incentivar la multimodalidad del transporte público a través de PortaQR, un sistema de pago mediante el uso de códigos QR y tecnología NFC en todo medio de transporte público. Buscan eliminar la variedad de métodos de pago a nivel nacional, sin tener que andar sencillando para pagar los buses o quedarse sin saldo en el Biotrén o en el Transantiago.

Actualmente, Francisco Aruta se encuentra en Italia perfeccionándose en el área de transporte, analizando el sistema ocupado en el continente europeo.

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