A partir de los 13 años, los jóvenes chilenos comienzan con consumo de alcohol, situación que aumenta en sincronía con la edad, llegando en muchos casos a transformarse en una conducta problemática.
De acuerdo al Primer Estudios de Drogas en Educación Superior en la Región del Bío Bío, que utilizó como muestra a la población de ocho centros de estudios locales, arrojó que en promedio el 67,4% consumió alcohol en el último mes (entre mayo y junio de 2018). Los hombres lo hicieron en un 70.1% y las mujeres en un 65%.
Si bien el rango etario no marcó una profunda diferencia, los jóvenes de 23 a 24 años marcaron la cifra más alarmante, con un 71.7%.
“Este estudio nos muestra que nuestros estudiantes universitarios, de centros de formación técnica y de Institutos Profesionales están enfrentando problemas no solo a su salud mental, sino que también de consumo de drogas. Una realidad que debemos enfrentar como gobierno y como Estado en conjunto con las casas de estudio”, analizó el director regional de Senda, Jorge Bastías Domínguez.
Y es que no es menor, de los entrevistados el 69.1% declaró haberse embriagado en el último mes.
Esto quiere decir, explicó Bastías, que bebió “más de 5 tragos en el hombre y más de 4 en la mujer, en al menos una ocasión. Nuestra sorpresa fue notoria, ya que es una cifra elevadísima y muy reveladora”.
Pese a las múltiples campañas que realizan las entidades públicas y privadas, no se logran revertir las cifras.
El problema es que al tratase de una droga lícita, su compra indiscriminada está totalmente naturalizada por la población.
“Culturalmente, el alcohol aún es aceptado como parte de la diversión y se dejan de lado todos los efectos negativos no solo en la salud de los jóvenes, sino que incluso puede llevar a conductas de riesgo de todo tipo, no solo para quien la consume, sino que también para quienes están alrededor”.
Las casas de estudios de la Región y el Senda han reforzado las campañas preventivas en círculo universitario, entre ellas están las rondas de visitas para acordar medidas en conjunto, las que comenzarán en julio.
En una próxima encuesta proyectan incorporar de otras instituciones, una herramienta on-line, para que puedan generar sus propias políticas de prevención.