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Rosa Barrera, presidenta regional de la Cruz Roja: “No concibo mi vida sin el voluntariado”

Por: Ximena Valenzuela 26 de Mayo 2019
Fotografía: Raphael Sierra P.

El voluntariado lo lleva en los genes, cuenta Rosa Barrera, presidenta regional de la Cruz Roja de Bío Bío y Ñuble. “No concibo mi vida sin el voluntariado”, asegura.

Desde niña vio como su abuela y su madre acogían en su hogar, sin pago de por medio, a quien lo necesitaba, lo que la impulsó a los 16 años a participar de las Damas de Rojo en Chillán Viejo, luego Cordam fue su casa por 10 años y ahora, en junio, cumplirá 20 en la Cruz Roja liderando a 872 voluntarias.

Su carrera en la Cruz Roja, que partió en Lota, fue apoyada fuertemente por su marido, José Venegas, quien como carabinero también vibraba con el voluntariado.

Quedó viuda hace 12 años, volcándose por completo a la institución, en 2006 fue trasladada a Concepción para apoyar en la emergencia generada por las lluvias, y posteriormente, se capacitó en múltiples áreas, destacando la de socorrista, lo que la llevó a quedar a cargo de la gestión de riesgo en Bío Bío.

Si bien, le encantó el trabajo en terreno y el contacto con la comunidad en 2017 decidió asumir un nuevo desafío como presidenta regional de la institución que, a su juicio, es la más querida y respetada del país.

“Son 20 años de experiencias fuertes como el terremoto, la alerta roja por el volcán Copahue en Alto Bío, la muerte de los barristas de O’Higgins y los incendios en Quillón (…) en todas sentimos que fuimos un aporte para la gente, y a pesar del cansancio porque, en muchos casos son varios días de trabajo, me siento pagada con el abrazo de la gente”.

La voluntaria, a sus 67 años, aseguró que seguirá en la institución hasta que tenga fuerza, apoyo que además encuentra en sus hijos Félix, Cristian y Eduardo, de 48, 47 y 44 años respectivamente, quienes si bien se preocupan por su desgaste la apoyan en todo ámbito para que cumpla su tarea. “Con ganas se puede. En San Carlos tenemos una voluntaria de 96 años”, dijo.

Pero no sólo las ganas de trabajar bastan para liderar la Cruz Roja, pues, según la directora, su institución y Bomberos deberían contar con recursos gubernamentales, entregados sistemáticamente, para tener una mejor respuesta ante las emergencias, y también para desarrollarse en otras áreas como es el apoyo a los migrantes, adultos mayores y personas en situación de calle que también realizan.

Barrera espera también aumentar el número de voluntarias de la institución, ojalá llegar a las mil entre las dos regiones. “Se pueden acercar y decir cuántas horas pueden trabajar a la semana y en qué áreas, y además capacitarse para realizar una buena labor”, dijo y agregó que también reciben aportes de socios, de cualquier monto, pues todo sirve para la mantención y funcionamiento de la institución.

Su vida es muy agitada, viaja todos los días desde Chillán Viejo a Concepción y dos veces por mes a Santiago, a penas tiene tiempo para leer las sagaz de su favorito J.J. Benítez, pero aseguró que, aun así, no se imagina sin la Cruz Roja, “para mí es algo necesario, que me emociona y con lo que mis hijos vibran a través de mí. Seré voluntaria mientras Dios me dé fuerza. Nuestra misión es ir en ayuda y liberar el sufrimiento humano a la comunidad”, agregó la presidenta regional de la Cruz Roja.

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