En Concepción y Talcahuano ya operan mesas de seguridad, y están realizados los diagnósticos, pero los profesionales afirman que aún faltan medidas de protección.
Quiebres de vidrios en los recintos de salud, golpes a funcionarios, agresiones a los funcionarios, hurtos de pertenencias personales, entre otros, son los principales problemas que denunciaron los trabajadores de salud de Talcahuano, en un informe elaborado por el servicio, con cifras del primer trimestre de este año, en torno a la mesa de seguridad levantada en el sector.
En esa misma línea, según un estudio elaborado por Agrupación de Médicos Generales de Zona de Chile (2019), denominado “Diagnóstico de seguridad en centros de salud. Capítulo Talcahuano”, basado en un cuestionario online aplicado a 268 funcionarios, que contempla todos los estamentos y funciones, y todo tipo de contrato, de los dispositivos de salud del Servicio de Salud Talcahuano, aplicado desde el miércoles 23 de enero al martes 29 de enero de este año, arrojó que ante la pregunta: se ha sentido violentado en su lugar de trabajo, un 30,7% responde afirmativamente en Talcahuano; 51,9% en Hualpén; 32,4% Penco; y un 40% en Tomé.
Cifras como estas son las que llevaron a los médicos generales de zona a convocar una jornada de reflexión a nivel nacional, para buscar soluciones en torno a esta problemática.
Verónica Pérez, delegada del capítulo de los médicos generales de zona de Talcahuano, recordó que este año han tenido incidentes críticos en el Servicio de Urgencia de Alta Resolución (SAR) de Hualpén y en el Centro Comunitario de Salud Familiar (Cecosf) Esmeralda, donde, incluso, se agredió a médicos y enfermeras. “Este año han escalado en potencia y en frecuencia. Por eso, este año se conformó la mesa de seguridad, contamos con rondas de Carabineros, se está evaluando la instalación de botones de pánico, de cámaras de seguridad y de guardias, sobre todo, en los horarios más conflictivos”. Agregó que hay centros más problemáticos, como el de los Cerros, donde se privilegiarán estas medidas. “Ahí, a diario, hay agresiones verbales, pero también físicas”, dijo la doctora.
Agregó que la mesa realizó un diagnóstico de la realidad de cada centro que depende del servicio de Salud de Talcahuano, en esa comuna, además de Hualpén, Penco, Lirquén y Tomé.
Tras el diagnóstico, están trabajando en las medidas que se implementarán este año, como la compra de botones de pánico, cámaras de seguridad, contratación de guardias, implementación de rondas policiales, entre otros.
Además, en ese informe, se contempla la realización de diálogos con la comunidad, visitas a juntas de vecinos, capacitaciones y talleres sobre el buen trato y dar a conocer el conducto regular para realizar denuncias ante Carabineros y el Ministerio Público, lo que sigue siendo una de las falencias del sistema.
Martín Espinoza, codelegado del capítulo de los médicos generales de zona de Concepción, recordó que los incidentes en el consultorio de Hualqui ha sido lo más grave de su zona, con heridos e incluso fallecidos.
Detalló que los mayores conflictos se generan en contextos de urgencia. “Lo que queremos es educar a la comunidad para que sepan cómo funciona el sistema de salud, para que así tengamos un trabajo más preventivo y no reactivo”.
El doctor recordó que, en Concepción, el consultorio Víctor Manuel Fernández es el pionero en cuanto a la implementación de medidas de seguridad, con botones de pánico, cámaras y guardias de seguridad.
“Hasta ahora no hemos tenido agresiones que requieran una intervención mayor. Se está gestionando la compra, por parte del Servicio de Salud Concepción, de estos dispositivos, para instalar en recintos de San Pedro de la Paz y de Coronel”.
El médico reconoció que son las falencias del sistema las que alteran a los usuarios, por lo que como parte del plan se pretende reunirse con la comunidad “para explicar cómo funcionan las cosas y cuáles son nuestras limitaciones”.
En Concepción, también, se inició una mesa de seguridad, la que comenzó en 2018, integrada por autoridades, funcionarios de salud y la comunidad, donde también se está trabajando para reducir estas agresiones.
“En Hualqui nos falta hacer un trabajo con la comunidad, generar conversaciones con sus representantes, para saber cómo mejorar la calidad de nuestra atención y así prevenir hechos de violencia”.
Felipe Burgos, delegado del capítulo de médicos generales de zona de Arauco, planteó que falta educar sobre el tema.
“Queremos llamar la atención sobre los hechos menores de violencia, que luego se van reiterando, y generar protocolos de denuncia para que esto no ocurra. Hemos tenido respuesta de las autoridades, pero no ha sido tan rápido como nosotros quisiéramos”, planteó.
En su zona, lo que más se da son agresiones verbales y físicas, “y hemos detectado que hay poca pesquisa, porque se tiende a minimizar”