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El camino en la toma de conciencia para erradicar las bolsas plásticas

Asociación de Bolsas Reutilizables acusa que la variante de papel también es contaminante. El uso de materiales hechos de fibras de género y el reciclaje parecen ser el mejor camino para ralentizar nuestra frenética producción de basura.

Por: Mauro Álvarez 22 de Septiembre 2018
Fotografía: Andrés Oreña P.

Cada día es más habitual ver por las calles penquistas a personas con bolsas reutilizables en vez de plásticas. Y esto no solo sería atribuible a que los negocios y cadenas del Gran Concepción tienen restringido su uso por la nueva normativa, sino a que también existe una creciente toma de conciencia de la ciudadanía.

Así lo reflejó la Tercera Encuesta Nacional del Medio Ambiente, donde el ítem de la supresión de las bolsas contó con un 94% de adhesión. Con este apoyo, la total prohibición del uso de bolsas plásticas para diciembre de este año, va por buen camino.

Los avances alcanzados hasta la fecha no habrían sido posibles de no mediar el apoyo de 13 municipios de la Región del Bío Bío que se subieron al carro de manera preventiva. En efecto, las comunas de Penco, Hualpén, Concepción, Quillón, Chillán, Coihueco, San Fabián de Alico, Cabrero, Lebu, Curanilahue, Contulmo, Los Ángeles y Alto Bío Bío fueron las primeras en encargarse de fiscalizar el cumplimiento de la ley. La multa será de 5 UTM (más de $230 mil), la que será aplicada por el Juzgado de Policía Local correspondiente, a partir de fin de año.

De todos estos municipios, Hualpén lleva la delantera, al sacar de circulación, a través de una ordenanza municipal, las bolsas plásticas en el comercio local hace ya cuatro años, generando un cambio cultural en los hualpeninos, proceso que convocó a dirigentes vecinales y ejecutivos de empresas presentes en la comuna.

Una vez promulgada y puesta en vigencia la restricción fue implementada de manera gradual el año 2014, reforzada con difusión en los locales comerciales, en las juntas de vecinos, colegios y carabineros; además de entregar bolsas reutilizables para apoyar el cumplimiento de la sustitución.

“Esta experiencia nos ha permitido que anualmente se saquen de circulación alrededor de 33 millones de bolsas desechables (plástico, papel, etc.) dentro del territorio de Hualpén, lo que ha continuado funcionando de forma exitosa tras la puesta en vigor de la nueva normativa”, precisó la alcaldesa Katherine Torres.

Reutilizables

Pero, ¿qué pasa con las bolsas reutilizables fabricadas con materia prima plástica? Para la Asociación de Bolsas Reutilizables de Chile, la ley tiene errores que deben ser analizados, ya que se fijó que esas bolsas no serán permitidas.

Así lo manifestó su vocera, Fernanda Maturana: “Avalamos desde un principio la ley de eliminación de bolsas plásticas y compartimos el espíritu de ésta, incluso actuando como la solución medioambiental para múltiples municipalidades y comercio, pero esta ley contiene falencias técnicas, las cuales deben ser revisados para que su implementación sea efectiva y beneficiosa para el cuidado del medio ambiente y el desarrollo del país ”, apuntó.

Esto, ya que señalan que al eliminar el plástico, hay dos aristas que considerar. La primera: se comenzarán a utilizar bolsas de papel, que a la larga tienen la desventaja de ser desechables, poco resistentes y a pesar de ser biodegradables tienen un impacto ambiental significativo. ya que para su producción se requiere de tala de árboles, gran consumo de agua y generan una importante huella de carbono.

Lo anterior sumado al alto costo de las bolsas de algodón (entre $ 3.000 y $ 6.000 para el público), sólo es solución para un selecto grupo de gente. “Consideramos que no es una ley democrática debido a los precios de las bolsas reutilizables biodegradables, ni sustentable ya que debido al punto anterior, terminaremos nuevamente en la cultura de lo desechable como, por ejemplo, las bolsas de papel”, manifestó Maturana.

Partir por casa

Es por ello que la auto producción de contenedores sustentables cada día toma más fuerza entre los penquistas, con el propósito de enseñarle a las nuevas generaciones sobre la importancia del cuidado del planeta.

“Como familia hemos tomado conciencia de los daños producidos por el plástico, especialmente en el mar, y para eso usamos materiales desagradables para nuestras tareas cotidianas, como papel, o tela”, explicó la periodista y artista visual, Bernardita Neira.

Dentro de las alternativas que maneja junto a su familia, considera: el uso de bolsas de papel para las colaciones de sus hijos, además de bolsas de género confeccionadas por ella misma; impermeabilización de telas con cera de abeja para suprimir la alusa, creando tapas para los contenedores dentro de su refrigerador; el uso de envases de vidrio para los alimentos, la utilización de bombillas de mate, en vez de las típicas de plástico, y otras medidas dentro del mismo supermercado en el momento de las compras, como evitar las envolturas excesivas al momento de comprar frutas, verduras, o queso, y dejar envases en los contenedores de reciclaje antes de salir del supermercado.

Además de todo lo antes nombrado, contrató el servicio de “Equilibra Bío Bío”, emprendimiento de la sampedrina, Francisca Quevedo, que se encarga de retirar el material para reciclar desde los mismos hogares, los que luego son llevados al centro de acopio, presente en el Mall Mirador Bío Bío.

“Esto nació hace 3 meses y ha tenido un crecimiento exponencial, expandiéndose por el boca a boca entre los mismos vecinos de la comuna. El trabajo consiste en ir directamente a las casas, retirando el material, el que muchas veces por tiempo, no puede ser llevados por ellos mismos al centro de reciclaje. Los retiro y me encargo de separarlos, contribuyendo así con el equilibrio del planeta”, comentó Quevedo.

Sobre la importancia de este emprendimiento, Neira afirmó que “la tarea de separar los envases no es pesada, pero sí ir a dejarlos, porque hay poco estacionamiento, o porque simplemente el tiempo es escaso. El servicio de Francisca no es caro, (15 mil pesos mensuales por el retiro de basura una vez por semana); simplifica la vida y, mediante el proceso de inducción ayuda a generar conciencia en nuestros hijos sobre el cuidado del planeta que van a heredar”.

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