Especialistas consideran que la norma es un aporte, pero que puede ser perfectible, para disminuir aún más la obesidad y problemas cardiovasculares.
Hace dos años comenzó a regir la Ley de Etiquetados para disminuir los altos índices de obesidad del país incorporando sellos negros con la frase “Alto en” a todos los alimentos que contengan niveles de sodio, calorías, grasas saturadas y azúcares que no son saludables.
Ahora, los criterios son más estrictos cambiando los parámetros por cada cien gramos de productos sólidos. Antes se permitían hasta 350 calorías, ahora, sólo 300; el sodio bajará de 800 miligramos a 500; las azúcares totales de 22,5 gramos a 15 y las grasas saturadas de seis gramos a cinco.
Los límites para los líquidos también cambiaron: las calorías se redujeron de 100 a 80 y los azúcares de seis a cinco, mientras que las grasas saturadas y el sodio se mantuvieron igual en 3 gramos y 100 miligramos por cada cien milímetros.
La autoridad sanitaria, que llegó hasta el Supermercado Líder, ubicado en Prat para dar conocer los cambios que rigen desde ayer, destacó que muchos alimentos o líquidos que no tenían sellos, podrían ser rotulados como “Altos en”.
Claudia Fritz, encargada técnico regional de la Unidad de Alimentos de la Seremi de Salud, dijo que un 93% de la población reconoce los sellos y un 43% los compara. “No tenemos un número exacto de cómo cambiará, se deberá hacer una evaluación en la Encuesta Nacional de Salud en cómo variará la obesidad”.
Adelantó que en un año más los alimentos sólidos deberán registrar 275 calorías por cada cien gramos, el sodio llegará a 400 miligramos, el azúcar quedará en 10 gramos y las grasas en cuatro gramos. En tanto, los alimentos líquidos reducirán las calorías a 70, pero los otros criterios se mantendrán igual.
Advirtió que fiscalizarán quioscos ubicados en colegios para disminuir la oferta de alimentos no saludables para una población que cada día aumenta más los niveles de obesidad por mal nutrición.
En 2017, según detalló Fritz, realizaron 308 inspecciones, 155 radicados en supermercados y 153 en quioscos escolares, los que dieron origen a 52 sumarios, 39 y 19 respectivamente. Ahora bien, durante este año han realizado 109 controles, 66 en supermercados y 43 en quioscos escolares, que derivaron en tres sumarios en centros de venta y tres en puestos de venta en colegios.
Monserrat Victoriano, nutricionista y académica de la UdeC, afirmó que los dos años de la Ley de Etiquetado no han logrado un efecto positivo en la salud cardiovascular que se pretendía. “Han aumentado, según la última Encuesta Nacional de Salud, la obesidad y el sobrepeso en todos los grupos etarios. Pero sí tuvo un efecto sobre el consumidor, la gente ha entendido y las empresas han modificado sus fórmulas para estar libre de sellos”.
Dijo que la ley es una buena medida, pero perfectible, por ejemplo, con un impuesto especial a los alimentos que no son saludables.
La nutricionista María José Estrada destacó que la ley podría mejorarse, “me he dado cuenta que, sobre todo, los productos lácteos, que aparecen como libres de sellos, tienen cifras que superan la norma. La idea del etiquetado es dar a la gente confianza para poder escoger un alimento saludable y en este caso no se cumpliría”.
Ambas profesionales aseguraron que sus pacientes se guían por los sellos y están tomando conciencia sobre lo que consumen. “La ley debe ser aún más estricta para reducir enfermedades cardiovasculares, sobre todo, en los ítems de sodio y azúcar”, comentó Estrada.
Desde el 28 de mayo se prohibe toda publicidad de alimentos “Altos en” en horario diurno, desde las 06:00 horas hasta las 22:00 horas, en televisión y cine, aunque ésta no sean dirigida a menores de 14 años.
Además, se establece prohibición de publicidad de sucedáneos de la leche materna o fórmulas de inicio hasta los 12 meses de edad, y desde el 11 de junio se regula que toda publicidad de alimentos, en todos los medios de comunicación masiva “Altos en” deberá contener un mensaje que promueva hábitos de vida saludables.