Ciudad

El minuto a minuto de la tragedia relatada por sus protagonistas

Por: Marcelo Castro - Carolina Abello 22 de Abril 2018
Fotografía: Lukas Jara M.

Los heridos por la explosión fueron atendidos en el estacionamiento del recinto y luego derivados a diferentes centros asistenciales. Al lugar concurrió personal de salud de otros recintos que quería ayudar a sus colegas.

Alexandra Villegas, trabajadora  de Starbucks, tenía 26 años y era madre de una hija. Su padre, Víctor Villegas, se enteró por las noticias de lo ocurrido y partió al Sanatorio Alemán para saber de ella, porque había intentado comunicarse durante toda la mañana con ella y no lo había logrado. Recién en el lugar supo que una de las tres víctimas era ella. “Ella nos llamó en la mañana,  porque quería decirnos algo, pero  la comunicación se cortó. Ahora sólo importa el dolor que siento, porque perdí a mi hija. Lo que se hizo mal o no, ya lo veremos después”.

Una de sus amigas, que apenas podía hablar por las lágrimas,  dijo que “ella había evacuado, y no se quién le dijo que tenía que entrar. Ella era una mamá joven, trabajadora, luchadora, una gran persona, no se merecía esto”.

Antonio Páez, secretario del sindicato de trabajadores Starbucks, relató que venían ingresando al sector  cuando estaban reingresando al Sanatorio, “y en eso fue la explosión, vimos gente salir volando. Tratamos de entrar, pero no nos dejaron, y ahora estamos averiguando sobre el estado de nuestros compañeros de trabajo”.

El estallido que se sintió a las 10 de la mañana dejó el caos en el sector del Sanatorio Alemán. La orden de evacuación ya había sido revocada y cuando los trabajadores y familiares volvían al recinto se sintió el estruendo que afectó a tres cuadras a la redonda.

El jefe de la Octava Zona de Carabineros, general Rodrigo Medina, confirmó que el sector estaba con resguardo policial debido a la fuga de gas, “vino la explosión y nuestros carabineros se salvaron de milagro, esos mismos carabineros son los que prestaron primeros auxilios y hay dos de ellos  con trauma acústico”.

Alejandra Careaga vive en el piso 13 del edificio ubicado frente al Sanatorio. “Como a las 10 de la mañana se sintió una explosión muy fuerte y se vio una nube de humo muy grande que salía desde atrás del edificio. Se veía cómo arrancaba la gente y después los pacientes y las camillas. Mucha gente salió pidiendo ayuda, vimos muchas personas ensangrentadas, seguramente por  los vidrios quebrados. Después, cuando salí,  me di cuenta de la dimensión de lo que había pasado, porque todos los edificios de los alrededores tenían las ventanas destrozadas”.

María Elena, una de las trabajadoras del recinto, había salido de su turno a las 8 de la mañana. “Pero no había olor a gas, incluso tomamos desayuno. Y como a las 10 de la mañana, cuando ya había llegado a mi casa, me llamaron mis amigas llorando, por eso me vine para acá a ver si  podía ayudar, pero no me dejan entrar porque no ando con credencial”.

La reacción de todos fue rápida: del centro asistencial comenzaron a sacar a los pacientes para atenderlos en el sector del estacionamiento.

“Acá hay de todo: pacientes que estaban hospitalizados, familiares y colegas heridos. Estamos atendiendo a todos,  independiente de dónde venga. Quiero destacar la solidaridad de los médicos, auxiliares, enfermeras, paramédicos, tanto público y privado, se ha hecho presente,  y  nos han ofrecido todo lo necesario para trasladar a los pacientes que  sea necesario”, dijo el doctor Carlos Zúñiga , jefe de la Unidad de Diálisis del Sanatorio Alemán.

Y es que de todos lados llegaron médicos, enfermeras, paramédicos y otros que querían ayudar en la emergencia que a esa altura tenía conmocionada a la ciudad y ya se conocía a nivel  nacional. De hecho, el mismo Presidente Sebastián Piñera entregó sus condolencias vía Twitter y envío a la zona al ministro de Salud, Emilio Santelices, y a  la subsecretaria de Redes Asistenciales, Gloria Burgos, para ver en terreno la situación y conocer el estado de los heridos.

Estado de los heridos

A primera hora, el intendente Jorge Ulloa estaba en el Hospital Clínico Regional, ya que ayer se iniciaban las intervenciones quirúrgicas los fines de semana, con el objetivo de reducir las listas de espera. Desde ese lugar coordinó la llegada de los heridos y luego llegó al lugar para encabezar las labores de emergencia. Fue él quien confirmó que en el lugar, pese a la explosión, un heroico equipo médico continuó con una cirugía bariátrica,  por lo que no se cortó el suministro eléctrico hasta que ésta finalizó y se confirmó que el paciente se encontraba en buenas condiciones.

La máxima autoridad regional confirmó que en el recinto “hay una estructura que está con peligro de colapso, y Bomberos aseguró el lugar para que podamos seguir revisando, pero el daño es extraordinariamente grande”.

Según información oficial del Servicio de Salud Concepción, de los 46 heridos, 11 fueron derivados al Hospital Regional Gran Benavente, seis a la Clínica Universitaria de Concepción, cuatro a la Clínica Bío Bío, seis al IST, dos al Hospital Naval, 15 al Hospital Clínico del Sur y dos al SAR Tucapel.

“Por encargo del Presidente de la República, quien estaba muy preocupado por lo que acaba de ocurrir en Concepción he llegado hasta acá para conocer el estado de los pacientes, particularmente el de una paciente que sufrió quemaduras graves en un 20% de su superficie corporal, según me señala el equipo de especialistas. Le hemos manifestado todo el apoyo a sus familiares y todo el cuidado que vaya a requerir va a estar disponible”, detalló el ministro Santelices tras visitar a los heridos en el Hospital Regional.

Pasadas las 16 horas,  el intendente aseguró que la emergencia ya estaba controlada y agregó que también revisarán la situación de las viviendas, locales y departamentos aledaños al Sanatorio Alemán, para  ver quién se hace cargo de las reparaciones. Insistió en que las investigaciones sobre las causas de lo ocurrido ahora quedan en manos de la Fiscalía.

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