Se cuestiona que un juez, sin formación veterinaria, determine si un perro es o no agresivo, además, se discute sobre la esterilización temprana y la instalación de un chip debido al riesgo de cáncer y daño que pueden generar al crecimiento de las mascotas.
“Estoy cansada de sentir dolor. Nunca pensé que sería tan difícil, ese perro no sólo arrancó mi dedo, sino que me robó la alegría de vivir, no puedo trabajar ni hacer cosas básicas como peinarme”, dijo Eveline Asman, paramédico que el 10 de febrero fue atacada por dos perros en Lomas de San Andrés.
Un total de 25 días estuvo internada en el Hospital Traumatológico, ingresó cuatro veces a pabellón y requirió un injerto para cubrir el daño, situación que aún está en proceso.
El jefe del Equipo de Extremidad Superior del Traumatológico, Felipe Vivanco, afirmó que la paciente tuvo una amputación traumática del pulgar derecho donde se visualizaban tendón y hueso. A pesar de más de seis horas de pabellón durante la primera cirugía y de aplicar todas las técnicas posibles para reimplantar el dedo, debido a la gravedad de la lesión que incluyó daño arterial, fue imposible. Reconoció que es el caso más dramático que le ha tocado atender por mordedura de perro.
Ahora, tras el alta médica, Asman debe asistir constantemente a curaciones e inició una terapia kinésica que podría extenderse por varios meses para recuperar la funcionalidad en la mano. También está recibiendo tratamiento psicológico para superar el trauma que generó el ataque. “Cierro los ojos y veo a los perros, los siento ladrando”, comentó llorando.
Para Joaquín Rojas, presidente regional del Colegio Médico Veterinario, ataques como el que sufrió la técnico del Hospital Regional no son aislados y se deben, principalmente, a una tenencia irresponsable de animales, pues los dueños no se hacen cargo de ellos y los dejan salir solos a la calle.
Sin embargo, confía en que la Ley 21020, promulgada en julio de 2017, genere cambios importantes y mayor educación a través de sus reglamentos que impulsarán una tenencia responsable real, estandarizada. “Pero hoy en día no existe un reglamento es letra muerta”.
La Subdere y el Minsal debían, según indica la ley, emitir reglamentos a 180 días de publicada la norma, es decir, el dos de febrero, pero aún no están publicados. Según confirmó a La Tercera el subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo, Felipe Salaberry, el documento tiene seis semanas de retraso. “Solicité que sea analizado por el equipo que elaboró el programa de Gobierno para verificar que cumpla con lo que mandata la ley y las observaciones que hizo la ciudadanía (eliminar eutanasia y limitaciones de espacio), antes de enviarlos a la Contraloría a la brevedad”.
La ley, a la que coloquialmente se le llama Cholito, recordando al perro golpeado por una mujer en Santiago, busca regular la tenencia responsable de animales, definida como el conjunto de obligaciones que contrae una persona al tener una mascota a su cargo.
Responsabiliza al dueño del animal por los daños a personas o a la propiedad que este genere, protege la Salud Pública con la aplicación de medidas de control de población de mascotas; cuida la salud del animal y promueve la tenencia responsable, determinando obligaciones y derechos del propietario.
Si bien, existe consenso de que se requería una ley para proteger a los animales de compañía, la norma es cuestionada por animalistas, principalmente, por la postura de un chip que identifique a la mascota en caso de pérdida y la esterilización temprana que exige, pues complicaría su crecimiento y generaría cáncer.
Rojas, que dirigió en 2016 el primer diplomado realizado en Chile de Tenencia Responsable de Animales, afirmó que desde hace 25 años se ponen chips a nivel mundial buscando priorizar la Salud Pública. “Permite identificar al animal, a sus responsables y domicilio (…) Se podrá evitar mordeduras a niños, contagio de enfermedades asociadas y muertes. Probablemente todo eso, supere en importancia algunos problemas médicos que podrían enfrentar los animales. Se describe que el chip podría provocar alteraciones óseo musculares, granuloma o, incluso, cáncer, pero con tasas bajas, uno sobre 10 mil tienen problemas de patologías crónicas o cáncer”, aseveró.
Valentina Ruiz, directora de la Corporación Refugio Patitas Sin Hogar de Chiguayante, apoyó la instalación del chip, pero afirmó que el problema está en el costo, pues los operativos municipales no cubren la demanda existente y, a su parecer, con la exigencia del dispositivo se generaría un negocio, tal como sucedió con los chalecos reflectantes. “Lo más barato que encontramos fue a ocho mil pesos, pero hay gente que no tienen ese monto y quizás, por ello decidan abandonarlo para evitar pagar multas”.
La sobrepoblación canina puede causar problemas de Salud Pública que se evitarían con la esterilización. “Como inmunólogo sé que la falta de ovarios y testículos disminuye las hormonas y con ello la maduración del sistema inmune, eventualmente el animal podría ser más susceptible a enfermar. Sin embargo, evita patologías como piometras ( pus en el útero), disminuye el cáncer mamario y la sobrepoblación animal. Los beneficios son importantes”, comentó Rojas.
La ley impulsa una esterilización desde los dos meses, pero, a juicio del especialista, un perro necesita a lo menos tener un 75% de su crecimiento total para ser sometido a la cirugía. En el caso de las razas pequeñas, según explicó, se podría realizar el procedimiento en menor tiempo, pero en los de mayor tamaño como el Gran Danés o Pastor Alemán requieren a lo menos 12 o 14 meses para tener todas las características y estándar de la raza.
Ruiz concordó con el presidente regional del Colegio Médico Veterinario, en que la esterilización es positiva y que se debe aumentar el período de crecimiento para ello. “Un cachorro, según opinión de veterinarios que trabajan con nosotros, no debe ser esterilizado antes de los cinco meses. La ley exige a los caniles o refugios que el perro salga operado, pero la gente busca cachorros. Hasta el momento, lo que hemos hecho es firmar un contrato con quien los adoptan, que incluye seguimiento y la esterilización a costo cero, pero en la fecha que corresponda”.
Se cuestiona además el que jueces puedan determinar si un perro es agresivo o no. De hecho, tanto el veterinario como la animalista aseguraron que los ladridos y gruñidos no son suficientes para definirlo como peligroso, sino que se requiere una observación mayor.
“La ley describe algunas razas como potencialmente peligrosas como: Rottweiler, Dóberman, Pitbull, animales de talla grande con un poder de arcada con fuerza mandibular enorme. Pero la raza en sí no determina a un perro como agresivo. Estadísticas mundiales revelan que los Dachshund, Cocker y Poodle son los que más muerden en casa, aunque con lesiones menores a las que generaría un perro de 30 o 40 kilos con una arcada, desarrollada genéticamente para destrozar como los Dogo Argentino”, dijo Rojas.
El líder del gremio veterinario agregó que se requeriría, en perros sobre una talla X, un certificado emitido por un especialista en etología (comportamiento), que indique si tiene rasgos que lo hagan peligroso, tipo de agresividad, una ficha clínica completa, de tal manera, de tomar medidas antes que ocurra una agresión. Añadió que es fundamental que los jueces cuenten con peritos veterinarios que los orienten para decidir.
Si bien, tanto Rojas como Ruiz concuerdan en que los perros, en general, son agresivos, ya sea con sus pares o dueños cuando sienten miedo, dolor o están estresados, sólo la animalista confía en que se puede modificar el carácter de un perro añoso. “Trabajamos con una veterinario, especialista en comportamiento, que nos ayuda a manejar a perros, aislándolos cuando son agresivos e intentan marcar territorio, ya lo hemos logrado con varios, incluso, con un Pitbull”.
La directora de Refugio Patitas Sin Hogar recalcó que no basta con querer a los perros para tenerlos, sino que se le deben entregar todas las condiciones para que esté tranquilo, ya que, por ejemplo, un espacio pequeño podría generar estrés en los canes y con ello, un posible ataque. “No sólo deben ponerle las vacunas y antiparasitario, tienen que sacarlos a pasear y darles espacio necesario. El municipio de Chiguayante exige tres metros cuadrados por perro”.
Agregó que la gente debe tener en claro que dejar a un perro amarrado o en un pequeño balcón durante todo el día también es maltrato.
Más allá de los cuestionamientos y de la falta de un reglamento para poner en práctica algunos aspectos de la ley, la norma como tal está vigente para dar respuesta a ataques como el que sufrió Eveline Asman por un perro mestizo, llamado Piscola, que ya había protagonizado otros ataques a vecinos.
De hecho el abogado Carlos Samur, jefe de la Oficina Penal Infraccional de la Corporación de Asistencia Judicial, que lleva el caso de Asman aseveró que a pesar de la falta de reglamento, la ley establece derechos y obligaciones para los dueños de animales, así como la regulación de la responsabilidad de daños a personas a consecuencia de la acción de mascotas.
De hecho, el artículo 10 de la ley afirma que será responsable de las mascotas o animales de compañía su dueño o poseedor. Sin perjuicio de lo anterior, quien tenga un animal bajo su cuidado responderá como fiador de los daños producidos por éste.
El jurista confirmó que la familia Asman ya realizó la denuncia en la Fiscalía Local de Concepción y que se encuentra en tramitación el ejercicio de las acciones legales que estable la ley de tenencia responsable de animales de compañía.
Para Ruiz el dueño de los perros que atacaron a la mujer en Lomas de San Andrés no sólo debería cancelar todos los gastos médicos que implique la recuperación de la afectada y una justa indemnización, sino también costear un tratamiento integral para disminuir la agresividad en el perro, que fue traslado a un canil por el municipio. “No basta con dejarlos ahí y abandonarlos hasta que mueran”.
Si bien, aún no está vigente el reglamento de la ley, los dueños de mascotas desde el 9 de marzo pueden comenzar a inscribirlos en el registro nacional.
Eso sí, como requisito principal para ingresar a dicho registro los animales deben contar con el cuestionado chip, que además debe cumplir con la norma ISO 11784; es decir: tener un número único de 15 dígitos.
El trámite se puede realizar vía online, a través de la clave única, sólo está restringida para personas que hayan sido sancionados con inhabilidad absoluta y perpetua para la tenencia de animales.
Más allá de los cuestionamientos a la ley, el presidente del Colegio Médico Veterinario llamó a la comunidad y al mundo judicial a escuchar las recomendaciones de organismos especializados para asegurar que la normativa sea correcta y beneficiosa para todos.