Explosivo aumento de casos de diabetes han obligado a especialistas a buscar nuevas soluciones en una de las enfermedades en que Chile figura en el top mundial por prevalencia.
Explosivo aumento de casos de diabetes han obligado a especialistas a buscar nuevas soluciones en una de las enfermedades en que Chile figura en el top mundial por prevalencia.
Tania Merino Macchiavello
Contacto@diarioconcepcion.cl
Más de un millón 700 mil personas en Chile tiene diabetes y la cifra aumenta rápidamente, al punto que el país ya supera a Brasil y Estados Unidos en la prevalencia de la enfermedad, según estadísticas de la Federación Internacional de Diabetes.
Una situación que se ve agravada por el incremento en el caso de niños y adolescentes que sufren de esta enfermedad como consecuencia de una mal nutrición por exceso, que hoy tiene a 1 de cada 4 menores en Chile en la categoría de obesos, lo que aumenta en 7 veces su riesgo de tener diabetes (cifras Minsal).
Para la diabetóloga y directora del Centro Integral del Pie Diabético, Diab, Nina Rojas, si se observa la curva en la prevalencia, la gran mayoría de los casos de diabetes se manifiesta entre los 40 y los 60 años. "Desafortunadamente, la diabetes 2 se ha ido moviendo hacia gente muy joven, a niños, cosa que nosotros antes no veíamos".
La última Encuesta Nacional de Consumo Alimentario mostró que el 95% de la población requiere cambios importantes en su dieta y que la población infantil y juvenil tienen el mayor consumo de azúcares y cereales procesados, como galletas dulces, bebidas y refrescos azucarados, lo que directamente justificó la puesta en marcha de una nueva ley de etiquetado.
"Este hecho de tener con mucha facilidad el acceso a azúcar y no hacer ejercicio es muy riesgoso", dijo la especialista formada en la Universidad de Concepción y en el King’s College Hospital of London.
Así, explica la especialista, es fundamental que la medicina esté preparada para enfrentar el crecimiento de la enfermedad al mismo tiempo que se enfrenta desde el punto de vista preventivo. Se requiere, agrega, de un trabajo conjunto en que intervienen nutricionistas, podólogos, enfermeras, educadoras, cirujanos, entre otros profesionales.
Tratamientos
La diabetes es una enfermedad silenciosa y muchas veces su detección es tardía, lo que implica grandes esfuerzos para su tratamiento. Sin embargo, hoy día gracias al mayor acceso a exámenes médicos y a nuevas herramientas para la medición de la glicemia es posible actuar antes de que se produzca un coma o antes que sus efectos sean devastadores (la primera causa de amputación es la diabetes).
Diab, por ejemplo, cuenta con un sensor de glicemia capaz de almacenar tres mil mediciones para poder establecer el perfil y tratamiento del paciente. Sensor que no es más grande que una nuez y es portátil, lo mismo ocurre hoy con la insulina, en distintos formatos y velocidades de acción.
Sin embargo, uno de los procedimientos más exitosos que lleva adelante la diabetóloga proviene de la naturaleza y es la utilización de larvas de mosca en el tratamiento de heridas.
"Es una biocirugía, en que la larva sólo come el tejido malo y va quedando el de granulación o tejido bueno rápidamente a la vista. En 24 o 72 horas un paciente que se ha demorado 8 meses va resolviendo su problema y queda en condición de someterse a una cirugía reparadora, de implante, o para hacer una curación avanzada".
Así explica la especialista, un paciente con una úlcera muy avanzada puede reducir en varios meses el proceso de recuperación.
Se trata del único centro en Concepción que lleva a cabo este tratamiento, debido a la resistencia que ha encontrado entre los pacientes, por tratarse de la aplicación de larvas de mosca, si bien se trata de un procedimiento de laboratorio con supervisión del Instituto de salud Pública.
El uso de larvas en heridas es de alto uso en países con importante desarrollo científico y lleva varios siglos documentado en la historia de la medicina.
Personas como Bernarda Quinteros han encontrado en ello la única vía de solución para su afección. Ella tenía una úlcera necrosada de varios centímetros de diámetro y con infección purulenta y un muy mal diagnóstico. Sin embargo, en poco más de un mes de aplicarse esta técnica ha logrado erradicar el tejido negro y reemplazarlo por uno de color rosado, al que sólo restan curar algunas áreas más expuestas.
"Ha sido doloroso, pero he mejorado", manifestó la paciente, quien demoró en consultar debido a que en un primer momento la herida aparecía sólo como una erupción superficial, sin embargo, "tenía una infección tremenda".