La investigación tuvo colaboración local y analizó miles de restos que abarcan 145 millones de años.
Las especies de tiburones y rayas presentan un riesgo de extinción significativamente mayor en los primeros millones de años desde su origen evolutivo, determinó un reciente estudio internacional que contó con la participación del doctor Jaime Villafaña, investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción.
El equipo analizó más de 20 mil registros fósiles a escala global que permitieron cubrir 145 millones de años. A partir de estos datos, se reconstruyeron las tasas de origen y extinción de más de 1.500 especies.
El doctor Villafaña contribuyó en la curaduría y análisis de la base de datos fósil global que utilizó el estudio. “Integrar información del registro fósil con herramientas analíticas modernas nos permite entender por qué ciertos grupos son más vulnerables hoy. El pasado profundo entrega claves fundamentales para enfrentar los desafíos actuales de conservación marina”, sostiene.
El trabajo, publicado recientemente en la revista de Reino Unido Proceedings of the Royal Society B, tiene entre sus principales resultados que especies que llevan poco tiempo existiendo, sobre todo aquellas con menos de 4 millones de años desde su origen, son más vulnerables a la extinción que las que han logrado persistir millones de años.
El equipo también confirmó eventos de extinción conocidos como el de los dinosaurios que ocurrió hace 66 millones de años, y halló otros 4 previamente desconocidos en la historia evolutiva de tiburones y rayas. Uno de los más significativos tuvo lugar hace cerca de 30 millones de años, desde cuando la diversidad evolutiva de estos peces no se recuperó completamente.
Son evidencias clave para fortalecer las estrategias de protección y conservación de estas especies que son sobrevivientes de una larga historia de crisis evolutivas, y hoy enfrentan diversas presiones por la actividad humana, como sobrepesca, degradación de hábitats y cambio climático.
La investigación fue liderada desde la Universidad de Zúrich, y la participación del doctor Villafaña se enmarcó en el proyecto internacional Sharks-XT dirigido por la doctora Catalina Pimiento, cuyo objetivo fue comprender cómo los procesos de extinción ocurridos en el pasado profundo influyeron en la vulnerabilidad actual de los tiburones.