
El 1% de la población o cerca de 200 mil personas en Chile son celíacas, pero no todas lo saben, mientras sufren la merma en su bienestar integral al exponerse al gluten. El subdiagnóstico es alto por lo inespecífico del cuadro clínico que retrasa exámenes e inicio del tratamiento necesario, mientras avanza el daño y efectos que pueden controlarse con adecuaciones de la dieta.
“Libre de gluten” (“gluten free”), o similares, es un sello que se ve cada vez en más productos, aunque más caros que los convencionales disponibles en el mercado; también aumentan las opciones de estas características en espacios como restaurantes y la información en el personal sobre contaminación cruzada con trazas de esta proteína.
Y es que su presencia está en un gran universo de alimentos, mientras su ingesta supone un riesgo que puede ser grave para la salud y calidad de vida de miles de personas del país, aunque muchas no lo saben. La celiaquía afecta al 1% de la población, según estimaciones globales que se aplican a Chile; se traduce en cerca de 200 mil personas que en el país viven y sufren con esta afección de gran subdiagnóstico, y de alto costo económico y emocional.
Queda mucho por concientizar y avanzar desde la salud y lo social, objetivos que se abordan con el Día Internacional del Celíaco el 5 de mayo y de la Enfermedad Celíaca el 16 de mayo.
El conocimiento es impulso del avance.
La doctora Carolina Delgado, gastroenteróloga y académica del Departamento de Ciencias Clínicas y Preclínicas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (Ucsc), explicó que la enfermedad celíaca es una afección digestiva crónica autoinmune en la que el organismo reacciona de forma adversa al gluten, proteína presente en cereales como trigo, cebada y centeno, que son materias primas de enorme variedad de productos alimenticios.
“Esta reacción provoca inflamación en la mucosa del intestino delgado y atrofia de las vellosidades intestinales, lo que dificulta la absorción de nutrientes”, advirtió. La manifestación es un cuadro caracterizado por síntomas gastrointestinales como diarrea, distensión y malestar.
Aunque, la especialista relevó que “pueden verse comprometidos la piel a través de una dermatitis herpetiforme; el sistema reproductivo, afectando la fertilidad; y el estado general de salud, provocando fatiga e irritabilidad”.
Una patología cuyo desarrollo se relaciona con una predisposición genética y la manifestación puede darse en cualquier etapa de la vida tras la exposición al gluten, explicó. Por ello personas con antecedentes familiares de esta enfermedad tienen mayor riesgo de desarrollarla, y también se ha observado mayor prevalencia en quienes presentan otras afecciones autoinmunes.
Y el impacto de sus manifestaciones y sobre todo de no tratarla puede ser tremendamente significativo. “La ausencia de tratamiento puede provocar daño intestinal persistente, desnutrición, osteoporosis, infertilidad y mayor riesgo de enfermedades autoinmunes. También puede afectar gravemente el bienestar psicológico y la calidad de vida”, destacó la facultativa
Estos riesgos y repercusiones afectan a muchas personas sin diagnóstico, al que llegan tarde y no por la falta de consulta.
La doctora Delgado aclaró que la sintomatología que caracteriza a esta enfermedad es tan variada como inespecífica, puede ser común a muchos cuadros que se busquen antes. Por eso, para acortar la brecha diagnóstica y resguardar el bienestar integral de las personas, reconoce que “el principal desafío es mantener un alto nivel de sospecha clínica de la enfermedad celíaca”.
En el proceso para diagnosticar se usan exámenes de sangre que detectan anticuerpos específicos, y la confirmación es con biopsias al intestino delgado obtenidas con una endoscopía digestiva alta.
Con el diagnóstico claro es que se puede indicar el necesario tratamiento, que controle síntomas y reduzca riesgos y efectos negativos de la enfermedad celíaca.
Y, donde está la causa está la base: llevar una dieta estricta libre de gluten, declaró la gastroenteróloga Carolina Delgado. Significa no consumir alimentos que siquiera contengan trazas de la proteína, porque aunque sea mínima la ingesta se genera un daño orgánico acumulativo.
Por eso, si un producto contiene o no gluten debe estar claramente informado en el envase, según la Ley de Etiquetado de Alimentos para Chile, como se debe informar sobre uso o trazas de alérgenos como soya, maní o leche, y advertir contenido de nutrientes críticos.
Es una medida que en el discurso parece simple, pero en la práctica no es tan fácil.
El gluten está muy presente en diversidad de alimentos ofertados, para que haya productos libres de gluten se debe innovar en ingredientes y técnicas para ofrecer alternativas acorde a la diversidad sin esta restricción. Y, pese a que cada vez hay más oferta, es limitada y más costosa. También se dan limitaciones en restaurantes o incluso consumir alimentos en otros entornos como eventos sociales ante incertezas de preparación, manipulación y contaminación cruzada. Por ello, muchas personas celíacas evitan estas situaciones y sólo consumen alimentos preparados en sus hogares.
Además, desde el punto de vista nutricional, las restricciones conllevan riesgo de déficits, aunque se pueden evitar: “es posible mantener una dieta balanceada sin gluten con una planificación nutricional cuidadosa”.
Aunque es un patrón que no es saludable ni aconsejable para la población general, por lo que el llamado es a no restringir el gluten en personas sin la enfermedad. “En ausencia de evidencia clínica de enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no se recomienda seguir una dieta libre de gluten. Esta restricción innecesaria puede implicar costos adicionales, una menor variedad nutricional y un esfuerzo que no aporta beneficios comprobados a la salud”, sostuvo.
La especialista contó que también existe la enfermedad celíaca refractaria, cuando la alimentación sin gluten no es suficiente.
Para su abordaje exitoso se exploran nuevos tratamientos en el mundo, con avances que se busca impulsar a nivel local, sobre lo que destacó que “en el Hospital Las Higueras de Talcahuano se está participando en un ensayo clínico con un fármaco dirigido a estos casos”.
Para contribuir en la socialización y actualización de conocimientos sobre la enfermedad celíaca, en la Universidad de Concepción (UdeC) se llevará a cabo una jornada pública y gratuita el próximo sábado 31 de mayo.
Charlas de distintos especialistas como médicos, nutricionistas y psicólogos, además de stands con productos sin gluten, es parte de lo que ofrecerá la iniciativa impulsada desde la Facultad de Farmacia, donde se realizará entre las 11 y 14:30 horas.