
Este 2025 se celebran los 65 años de la Facultad que alberga al que hace 50 años se transformó en el primer Doctorado de la institución que ha sido clave en la creación y transmisión de conocimientos de frontera.
A mediados del siglo XX una decisión cambió el modelo y rumbo de la Universidad de Concepción (UdeC), pasando del foco sólo en hacer docencia y formación profesional a también investigar y generar conocimientos. Visión moderna para la época que adoptó el segundo rector, David Stitchkin, fundando los Institutos Centrales en distintas áreas que centralizaron a especialistas para organizar y especializar la formación e incentivar la investigación por la que hoy se reconoce en distintas disciplinas.
Y la química, que también involucra a las ciencias de la Tierra, ha tenido rol histórico clave desde ser carreras y disciplinas fundacionales. Es que en 1959 se creó el Instituto Central de Química, reconocido como origen de la Facultad de Ciencias Químicas que alberga al primer doctorado de la casa de estudios y el único que tiene 9 años de acreditación, el de Ciencias mención Química, llevando adelante una labor formativa y científica que alcanza a miles de futuros profesionales cada año, impacta a la sociedad y lidera a nivel local e internacional.
Son hitos con los que este 2025 se celebran los 65 años de la Facultad y los 50 del Doctorado, que recientemente se conmemoraron con ceremonias donde se reconoció a quienes han formado parte de la historia, y especialmente relevante fue el homenaje a Bernabé Rivas, primera persona en obtener el grado de doctor en la UdeC donde es profesor emérito e hizo su carrera por la que se ha destacado en Biobío y el mundo, dándole su nombre al Laboratorio de Desarrollo de Polímeros del Departamento de Polímeros, también único a nivel nacional.
Desde la historia de más de seis décadas se impulsa el quehacer presente y proyecta el futuro, para siempre seguir creciendo, aseguró el doctor Eduardo Pereira, decano de la Facultad de Ciencias Químicas que desde 1993 existe bajo ese concepto.
Y es que lo que partió como una innovación en un Instituto Central y doctorado hoy ya son cinco departamentos, tres carreras de pregrado (Geología, Licenciatura en Química y Químico Analista), tres postgrados y presta servicios a toda a la UdeC. “Tenemos alrededor de 700 de estudiantes de pregrado propios y alrededor de 80 de pregrado propios. Pero, mantenemos el modelo del Instituto Central de Química y todas las químicas de la Universidad las dicta la Facultad de Ciencias Químicas, por tanto atendemos aproximadamente a 45 carreras y a 6 mil estudiantes cada semestre”, precisó.
A la par hay gran reconocimiento científico en productividad y sobre todo trascendencia de trabajos en diversas áreas que llevan adelante integrantes del plantel, con el horizonte de abordar desafíos reales y mejorar la calidad de vida de las personas e impactar a la sociedad.
“Si hoy gozamos la Facultad que tenemos es porque hace décadas atrás hubo personas que se la imaginaron así e hicieron las cosas para ello. Por eso, trabajamos pensando en responder la contingencia y también tomar decisiones que en 30 años más nos permitan estar en una posición de privilegio tanto a nivel nacional como internacional como hoy es”, manifestó el decano.
En este sentido enfatizó que “el crecimiento de la Facultad se debe en gran parte a la investigación y en ello fue clave el Doctorado: sin ese programa no seríamos lo que somos hoy, capta estudiantes desde que se inició, quienes en términos bien concretos soportan la investigación a través del desarrollo de sus tesis”.
Para seguir la trayectoria siempre en ascenso y trabajar en el presente para el futuro el plan estratégico para los próximos cinco años que está en elaboración aborda metas y desafíos.
Uno es “generar nuevas ofertas académicas y nuevos programas de magíster, por ejemplo, tenemos en ciernes el magíster en ciencias geológicas”, apuntó.
También está llegar con las ciencias químicas y de la Tierra a escolares que definió como “semilla de los futuros científicos y científicas”. “Hemos desarrollado el programa Nexos, que ha sido muy exitoso y recibimos del orden de 2 mil escolares de enseñanza básica y media cada año en dependencias de la Facultad, donde vienen a visitar laboratorios, hacer experimentos, y recorrer museos”, destacó.
Y se busca aumentar la cantidad de académicas para avanzar en equidad de género, para lo que la Facultad fue una de las piloto del sello de Naciones Unidas.
El Laboratorio de Desarrollo de Polímeros fue nombrado Bernabé Rivas, en honor al profesor emérito que fue también el primer doctor de la UdeC, desde el Doctorado en Ciencias Químicas.
Seis potentes líneas de investigación y una acreditación de 9 años por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), el primero y único con esta cantidad dentro de la UdeC y el único de Química en Chile con esa acreditación, posicionan hoy al Doctorado en Ciencias mención Química y consolidan la certera visión de autoridades y especialistas de antaño sobre las decisiones a tomar y el camino a trazar para crear el primer programa de Doctorado de la Universidad, impulsando una trayectoria que ha llevado a distintos liderazgos.
La historia partió con el interés de fomentar la investigación y crear los Institutos Centrales, para lo que se estableció la política fue enviar a académicos a doctorarse al extranjero. Al regresar había una masa crítica interesada en crear programas de esta índole, llevando adelante un trabajo que hizo realidad el Doctorado que fue el segundo en Química para Chile, antecedido sólo por la Universidad de Chile, y apoyado desde la propuesta a la consolidación por académicos de instituciones alemanas donde gran parte de los doctores habían ido a formarse. El decreto que lo oficializó data de 1974 y en 1975 partió el postgrado de la UdeC, junto con cuatro magíster.
Y así Bernabé Rivas llegó a formar parte de esta iniciativa y protagonizar la historia como el primer doctor de la UdeC, que integró desde sus estudios de pregrado hasta ahora como profesor emérito.
“Fue una opción de vida”, destacó el doctor Rivas, “lo llevo en mis orígenes, me gusta buscar respuestas a interrogantes, quise estudiar bioquímica y mi compromiso era desarrollarme en investigación, por eso hice tesis y no clínica que era la otra posibilidad, y al terminar quería estudiar un postgrado y se dio la oportunidad de ingresar al Doctorado en Ciencias Químicas que estaba iniciando, lo que también fue todo un desafío”, relató.
“En una época donde ni había proyectos de investigación o fondos externos de apoyo, aquí la componente más fuerte de apoyo era el Instituto Central de Química y la Universidad, y de Alemania a través de becas, y el constante intercambio con profesores de Alemania. Varios de los cursos que tuve fueron dictados por profesores que venían desde Alemania”, recordó.
Y así obtuvo su doctorado, delineando una muy destacada carrera científica que inició en su pregrado y continúa hasta ahora como profesor emérito de la UdeC adscrito al Departamento de Ciencias Químicas.
Al respecto contó que “mis primeros años fueron de hacer investigación en la búsqueda de polímeros con actividad biológica, por ejemplo, polímeros de liberación prolongada que tuvieran la incorporación de algún fármaco. Luego fui evolucionando hacia la obtención de materiales poliméricos que tuvieran impacto en el medioambiente removiendo contaminantes ya sea metales pesados, metaloides y antibióticos, y también en algún tipo de envase inteligentes pensando en alimentos”.
Y su motivación es “hacer investigación que tenga impacto en la sociedad en mejorar la calidad de vida de las personas, que es lo que más me importa”. Y siempre con la docencia y formación de futuros profesionales e investigadores en pre y postgrado como parte fundamental de su quehacer.
Es que aseguró que es lo más trascendental, incluso por sobre logros científicos y académicos que ha acumulado en el transcurso de su larga carrera que ha hecho primordialmente en la UdeC. Entre ello se destaca que ha liderado tanto el Departamento como la Facultad, recibió el Premio Municipal de Ciencias de la Municipalidad de Concepción, fue nominado por la UdeC para Premio Nacional de Ciencias, ha publicado más de 500 artículos en revistas de alto impacto, adjudicó 11 patentes, ha dirigido más de 30 tesis y actualmente codirige una, fue reconocido entre el 2% de los mejores científicos en su área y ahora recibió a su nombre para el Laboratorio de Desarrollo de Polímeros.
Y desde el doctor Bernabé Rivas ya se han graduado 178 especialistas y en alto porcentaje extranjeros en el Doctorado de Ciencias Químicas, programa que dirige la doctora Gina Pecchi.
Catálisis y Adsorción; Química Teórica y Computacional; Química Inorgánica, Bio-Inorgánica y Organometálica; Química Analítica; polímeros Sintéticos y Naturales; y Diseño, síntesis y aplicaciones de moléculas orgánicas, son las seis líneas de investigación que llevan adelante en el doctorado: “Las líneas de investigación están todas consolidadas, todas se han mantenido en el tiempo y tienen líderes en cada área, y todas están enfocadas al concepto de sustentabilidad”, destacó la doctora Pecchi.
La alta calidad del programa queda demostrada por sus 9 años de acreditación obtenidos en 2022, de la mano de la internacionalización que ha permeado desde los inicios y cada vez más robustecida, desde apoyos y colaboraciones hasta graduados extranjeros.
En este contexto sostuvo que “la mayor fortaleza de nuestro programa es el claustro de profesores que son competitivos con proyectos externos, muchos liderazgos, centro de investigación, instituto milenios. Eso hace que los alumnos salgan con un grado de preparación adecuado y ha permitido que estén en nuestra Facultad y 8 reparticiones de la UdeC, además a lo largo de todo el territorio nacional trabajando en universidades y a nivel internacional”.
Para seguir en esa senda la académica enfatizó que lo que es un gran hito es también un gran desafío, la acreditación, responsabilidad que se asume desde el trabajo diario para la mantención o aumento en el próximo proceso (el máximo que da la CNA son 10 años).