Ciencia y Sociedad

Donar sangre: los 15 minutos que salvan hasta cuatro vidas

Eso dura el proceso en que se extrae una cantidad del tejido, que sólo pueden proveer las personas, desde la que se derivan tres a cuatro productos que sostienen diversas y vitales terapias transfusionales, necesitándose a diario donantes para mantener el stock para transfusiones seguras y oportunas. Durante este mes se celebra a los donantes y se insta a más a sumarse a este acto voluntario.

Por: Natalia Quiero 26 de Junio 2022
Fotografía: Centro de Sangre Concepción

En junio se celebra el Mes del Donante de Sangre, en el marco del Día Mundial cada 14 de junio que impulsan las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS y OPS) para festejar a quienes contribuyen donando y sensibilizar el permanente requerimiento de sangre para hacer transfusiones seguras y oportunas del sistema sanitario global y local para captar más donantes: disponer del rojo tejido líquido es la diferencia entre vivir o morir para muchas personas.

No hay una fecha en que la donación y transfusión sean más importantes ni una forma de obtener sangre si no es desde una persona. La necesidad es diaria y ni los más sorprendentes avances científicos-tecnológicos logrados en medicina dan la capacidad de fabricar artificialmente esa sangre que corre por nuestras venas (también capilares y arterias) sin la que no podríamos vivir. La evidencia demuestra que la vida sólo proviene de la vida, por ende, la falta de productos sanguíneos es de potencial letal.

La necesidad diaria

“Siempre se va a necesitar donación de sangre. Cada día en la Macrored Sur de Medicina Transfusional requerimos, en promedio, 270 donantes para satisfacer los requerimientos diarios de cirugías, trasplantes, hemorragias, accidentes y urgencias”, resalta el doctor Miguel Ángel Muñoz, subdirector médico del Centro de Sangre Concepción sobre el quehacer de la institución que abastece de hemocomponentes a más de 25 establecimientos desde Curicó a Victoria.

Y son de 30 a 50 donaciones diarias las que se necesitan sólo para mantener un stock suficiente de productos sanguíneos, en ciertas graves ocasiones puede aumentar sustancialmente, para la Unidad de Medicina Transfusional (UMT) del Hospital Clínico Regional Guillermo Grant Benavente (Hggb), recinto de alta complejidad más grande de Chile y de los más especializados de Sudamérica. “Recibimos a muchos pacientes que en el minuto en que se solicita la sangre es el minuto para salvarles la vida. Sin esta Unidad podría fallecer una persona, si no existiéramos el hospital no podría funcionar como es”, asevera la tecnóloga médica Katherine Mora, coordinadora de la UMT que, no coincidentemente, sus integrantes asumen como el corazón del Hggb, desde donde bombean la sangre que circula hacia las otras unidades, además de abarcar a los hospitales Traumatológico y Modular.

Terapia contra el tiempo

Hay que mantener el abastecimiento para estar siempre preparados, la terapia transfusional es a contrarreloj y no hay un minuto que perder, porque el requerimiento vital llega en cualquier instante y nunca hay tiempo de buscar productos.

Eric Jara, tecnólogo médico de la UMT y académico del Departamento de Tecnología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Concepción (UdeC), afirma que la necesidad de terapia transfusional es transversal en el Hggb como complejo centro que, en sus distintos servicios, recibe toda la diversidad de personas con condiciones que pueden requerir transfusiones, muchas llegan directo y gran cantidad derivadas de otros recintos sin capacidad para atenderles. “Es centro de trasplante de órganos y tiene grandes unidades oncohematológicas de adulto e infantil con pacientes que demandan terapia transfusional a diario”, asegura. Está también el servicio de emergencia que atiende un variopinto de eventos de riesgo vital como graves accidentes, politraumatismos, grandes quemaduras, descompensación de patologías o situaciones que lleguen a cirugía. Procedimiento que se practica a diario y siempre podría ocurrir una gran hemorragia.

 

Unidad de Medicina Transfusional Hggb (Natalia Quiero).

Mantener la sangre

Desde el Centro de Sangre Concepción destacan que toda persona mayor de 18 años y sana puede donar. De cada donación se extraen 450 cc de sangre, en un proceso que dura cerca de 15 minutos, desde los que se obtienen tres componentes principales: glóbulos rojos, plaquetas y plasma fresco. Del último se podría derivar crioprecipitados como cuarto producto. “En la mayoría de las situaciones el paciente necesita un componente. Por eso, en general, desde una donación se podrían salvar tres o cuatro vidas”, manifiesta Jara.

A nivel local el Centro de Sangre extrae, analiza y procesa la sangre para obtener componentes y los distribuye a la Macrored Sur, donde cada institución preserva. Acción contra el tiempo, igual que la terapia transfusional, pues aunque los glóbulos rojos, derivados más demandados, se mantienen hasta 42 días, sólo duran 5 las plaquetas y son clave en manejo de hemorragias y tratamientos oncológicos.

Ahí la necesidad cotidiana de tantos donantes y que siempre se sumen nuevos, ya que mujeres y hombres pueden donar cada 4 y 3 meses, respectivamente.

 

Crioprecipitado de plasma (Natalia Quiero)

Donación altruista y fidelizada para mantener stock de sangre es el gran reto social en Chile

La necesidad local de transfusiones es alta y también la donación sanguínea, con Concepción con una posición de liderazgo en cantidad y tipo de donantes que permiten mantener los stocks necesarios de hemocomponentes, incluso en los más críticos tiempos pandémicos en que la reducción de las donaciones de sangre fue un fenómeno nacional e  internacional. Algo logrado “gracias al apoyo de la donación altruista de las personas”, asevera el doctor Miguel Ángel Muñoz, quienes abastecieron en una crisis con escasa participación de donantes de reposición, que donan para cubrir requerimientos de familiar o conocidos.

Y no puede dejar de destacar que la capital penquista, cuna del rock y del actual modelo de centros de sangre que opera en el país y desde el 2000 reemplazaron a los bancos de sangre, exhibe los mayores niveles de donación altruista que cubre 86% del stock y la media nacional es 35%. Escenario en que también resalta que “cerca del 36% fueron donantes de entre 18 y 29 años, que nos respalda en la posibilidad de tener donaciones de manera regular y suficiente para los establecimientos donde distribuye el Centro de Sangre Concepción”. También es relevante que 58% de las donaciones altruistas son de mujeres, pese a poder donar menos veces al año.

 

Glóbulos rojos (Natalia Quiero)

Las metas

Es la donación altruista la meta en que ponen sus esfuerzos el Centro de Sangre y el sistema de medicina transfusional nacional y global, esperando que llegue a cubrir 100% del stock de productos sanguíneos. Muñoz resalta que un stock mantenido con donación altruista quita gran carga emocional a personas con un ser querido en estado crítico que requiere transfusión, de lo contrario deben sumar la presión de donar y/o buscar donantes para reponer. La altruista es espontánea, consciente y tranquila, y donar sin presión hace mucho más seguro el proceso, tanto para el donante como persona transfundida. Algo para extremar precauciones, ya que Eric Jara asegura que tanto donación como transfusión sanguínea son seguras, ya que los donantes son acuciosamente evaluados previamente al igual que la sangre que se extrae antes de ser transfundida.

Y otro gran reto para mantener los stocks para transfusiones seguras y oportunas es que la donación altruista sea repetida: que donantes no lo hagan sólo una vez y se fidelicen, yendo regularmente a donar.

Iniciativas para promover

Para superar los desafíos, promover la donación altruista y avanzar en la fidelizada, el Centro de Sangre Concepción genera diversas acciones de marketing social con la comunidad local y también quienes han donado, además de colectas móviles regulares en lugares públicos como la UdeC. Este mes también ha establecido la campaña “Nunca Bajamos los Brazos”, difundiendo información para crear consciencia e interés a través de su sitio web  donasangreconcepcion.cl, donde también están todos los datos a considerar previo a ejercer una donación de sangre.

Mismo aporte que quiere hacer el Núcleo de Investigación en Donación de Sangre (Nidos) de la UdeC que integra Eric Jara y del que participan investigadores de las facultades de Medicina y Ciencias Sociales. Un proyecto de dos años de ejecución, iniciados en 2021 y financiado con recursos de la casa de estudios, que se planteó como propósito indagar en los factores socioculturales que influyen en el acto de donar desde el altruismo en la población penquista y cuáles podrían funcionar como barreras, buscando construir un perfil de estos donantes y de la propia donación a nivel local.

Para ello el estudio considera la realización de distintos tipos de entrevistas a donantes altruistas, individuales en una primera etapa finalizada y pronto grupales, pero con las respuestas recibidas de más de 30 personas ya tienen un mayor entendimiento de este fenómeno. “Un indicador es que la idea de donar no nace espontáneamente, nace generalmente por tener promotores del núcleo social cercano como amistad, pareja o familiar que dona”, afirma. Asegura que también se ha evidenciado que las personas que donan voluntariamente suelen vivenciar el altruismo en otras áreas, participando de voluntariados o activismo social. “Y la mayoría de los entrevistados fueron personas bordeando o menores a 30 años”, precisa, coincidiendo con las estadísticas del Centro de Sangre sobre el rango etario prevalente en donantes altruistas.

Sobre la trascendencia de la investigación, el académico recalca que generar conocimiento local es esencial para diseñar e implementar efectivas estrategias tendientes a impulsar la donación altruista y fidelizada. Reconoce que hay estudios en otras latitudes y experiencias exitosas, pero eso no asegura su éxito al replicarse en Chile o Concepción, pues todas las sociedades son diferentes en costumbres, creencias, conductas, miedos, biología y genética. Por ello, generar evidencia local y basarse en estas para tomar decisiones conducirá a que estas sean más pertinentes y, por tanto, mejores.

En este sentido, Jara aclara que “la donación de sangre no es un fenómeno sanitario, sino social”, por ende, movilizar a más personas a donar y que adhieran regularmente al acto implica una transformación sociocultural, que suelen ser lentas, pero con acciones que impulsan desde la certeza cuando se comprende a la población y a sus constructos e imaginarios.

Las conclusiones del estudio deben estar durante 2023 y mientras el grupo avanza también proyecta trabajar en otras áreas como comunicar la donación altruista a la comunidad, porque a la comunidad hay que llegar e impactar, porque la comunidad es la que dona. En el Instagram @nidosudec difunde la información relativa al proyecto.

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