Señora Directora:
Recuperar el sentido natural de los vínculos y propiciar el entendimiento entre corazones diversos, nos afianza el sentido de familia humanitaria. Por ello, es fundamental, que los pueblos se hallen vivos en el compartir. Máxime en una época en la que el hambre extrema crece y los diversos conflictos aumentan. Atmósfera que nos deshumaniza por completo y nos vuelve inhumanos. Debe cesar, por consiguiente, el aluvión persistente de pugnas. La paz tiene que ser posible en los hogares, en el trabajo, en la sociedad. Personalmente, me niego a que sea un horizonte imposible. Comencemos, entonces, por poner orden en nuestro quehacer diario, en nuestra cotidianidad, aminorando las tensiones, con el mero hecho de aprender a reprendernos.
Víctor Corcoba Herrero