Carta a la directora

Claro como el agua

Por: Diario Concepción 30 de Septiembre 2022

Señora Directora:

Un(a) candidato(a) a senador ó diputado que durante la campaña electoral, se auto denominó “Candidato(a) Independiente” (en mayúscula y subrayado), debería significar que una vez elegido(a), no tendría ningún “rollo” para apoyar y rechazar propuestas de izquierda, centro o derecha, para ser consecuente con los electores que le dieron su voto por su calidad de Independiente.

¿Pero qué sucede en la realidad? Muy simple, pero por arte de magia, una vez elegido(a) como senador(a) ó diputado(a), se saca la camiseta de “Independiente” y termina apoyando, a todo evento, al sector político partidista, en que siempre estuvo, antes y durante la campaña electoral, lo de ser “Independiente” fue simplemente el anzuelo, para que picaran los incautos. Y si a lo anterior le sumamos que ingresan al parlamento, cumpliendo con paupérrimos requisitos y/o por otras circunstancias, o sea no tienen ninguna preparación para ejercer sus cargos en el Congreso, surge la gran duda. ¿Cuándo estas personas votan (aprueban o rechazan), algún proyecto, indicación, ley, etcétera, en el Congreso, deciden ellos solo(a)s, pensando en sus electores, que los votaron porque eran independientes y con sus exiguos conocimientos ó hacen y votan, lo que les indican sus batallones de asesores?  “Más claro, echarle agua de mar desalada (ahora que está de moda)”

Luis Enrique Soler Milla

Etiquetas