Señora Directora:
Lo real es que el borrador de la nueva Constitución, que después de ser visto por las comisiones de Normas Transitorias y de Armonización, será el texto definitivo que deberá ser juzgado por la ciudadanía el próximo 4 de septiembre, esa es una cosa.
Otra cosa es la gran cantidad de artículos que se incluirán en el texto final, que en una cantidad no menor, modifican drásticamente diversos sistemas, de cómo los conocemos que operan hoy.
La pregunta que surge:
¿Quién o quiénes pueden dar la más completa seguridad, avalando a todo evento, que todos los artículos que se proponen en la Nueva Constitución, con drásticos cambios para la interrelación futura de los chilenos, darán los frutos que prometen?
¿Funcionarán como “relojito”, serán absolutamente operativos, resolutivos y lo más importante provocarán la tan esperada unidad entre todos los chilenos, ó definitivamente, al no existir un serio testeo previo (de operatividad, puesta en práctica) de las nuevas normas implementadas, simplemente todo se traduce en una gran apuesta, y encomendarnos a todos los santos, santones y todas sus derivaciones para que el remedio propuesto, no sea muchísimo peor que la enfermedad?
Y ¿quién o quiénes, pueden hoy levantar la mano y asumir todos los posibles costos en contra?
¿Quién ó quienes, los constituyentes, los asesores que los apuntalaron, sus idearios?
¿Quién o quiénes, o pasará como siempre en Chile, que cuando las cosas no funcionan, nadie asume sus responsabilidades con las típicas pérdidas de memoria?
¿Quién ó quienes ?
Luis Enrique Soler Milla.