Señora Directora:

Ver a grandes números de vecinas y vecinos esperando una micro o colectivo en los paraderos de la ciudad nos muestra que aún queda mucho trabajo por hacer en materia de transporte público.

No es posible que, ya sea por el bajo número de máquinas andando o porque el servicio carece de calidad, la ciudadanía prefiera utilizar un vehículo particular.

Es momento de dejar la teoría y buenas intenciones para comenzar a construir ciudades amigables con el medioambiente, con arterias más despejadas y locomoción pública digna y a precios justos. Mejorar la calidad de vida de miles de familias es posible.

Jaime Monjes Farías