Señora Directora:
Permítame razonar con sus distinguidos lectores en torno a lo siguiente: Puede una persona, que ha sostenido de modo permanente en su vida pública razonamientos que denotan clasismo, racismo, homofobia y sus deseos de detener a quienes no piensan como él, por varios días, sin orden judicial y mantenerlos en lugares secretos. ¿Puede esa misma persona dejar de razonar como lo ha hecho y declarado, y dejar de hacerlo, con tan sólo borrarlo de su programa de gobierno? Creo que esto es vital para entender lo que está en juego en nuestro país, en las próximas elecciones presidenciales.
Juan Luis Castillo Moraga