Señora Directora:
Me llama la atención todo el debate que se genera en torno a las elecciones presidenciales, los dimes y diretes que se escuchan en la calle, en la oficina, en el feria… Es decir, el debate entre ciudadanos comunes.
En ese sentido, en más de una ocasión me ha tocado escuchar frases del tipo “no hay ni un solo candidato bueno”, “habrá que votar por el menos malo” o “da lo mismo quien salga, hay que seguir trabajando”.
Y, a propósito de eso, he pensado en esa incansable búsqueda del candidato perfecto, una búsqueda a todas luces imposible.
Es evidente que nadie es perfecto, que los candidatos son seres humanos, que es probable que se equivoquen o que no tengan respuestas a todas las interrogantes que pudieran surgir. Lo que sí debe existir, en mi opinión, es una mirada, una carta de navegación, posturas ante determinadas situaciones y escenarios que la ciudadanía espera se puedan resolver. Creo que eso es en lo que debemos poner nuestro empeño en resolver y votar por el que más se acerque a nuestros propios sueños.
La elección de este mes es determinante luego de dos años muy complejos, y en ese sentido, creo que los chilenos no podemos farrearnos la oportunidad de poder enrielar el camino.
Mariano González Luján.