Señora Directora:
Sobre la carta titulada “Experiencia mayor”, publicada por Soledad Rodríguez el pasado viernes, algunas consideraciones:
Debemos diferenciar entre inclusión e integración. Mientras la primera apunta a la horizontalidad sustentada en políticas públicas de corte programático, la segunda, propia de este gobierno, es reacción a la evidente desprotección económica a la que está expuesta nuestra tercera edad. Esta respuesta subsidiaria, sin tocar las AFP, habla de verticalidad.
A su vez, intentar disfrazar la falta de oportunidades laborales como exclusiva de los adultos mayores es una falacia evidente. De hecho, muchos jóvenes universitarios deambulan sin la oportunidad de trabajo.
Otra contradicción es elevar el empleo como plataforma de visibilidad sectorial. En Chile, donde la organización en el trabajo es castigada de distintas formas, hace décadas se redujo la articulación laboral a su mínima expresión.
Al mismo tiempo, hacer creer que el adulto mayor necesita este espacio para socializar está casi a la par de las declaraciones del ex subsecretario Luis Castillo y el estar a las 6 am haciendo vida social en los hospitales.
En resumen, es un error romantizar el trabajo en la tercera edad para encubrir la vulneración de un derecho básico como es la jubilación. Hay una diferencia conceptual entre la decisión como opción para sentirse partícipe y como obligación para poder sobrevivir.
Fernando Fernández Ulloa