Señora Directora:
Mucho hemos hablado sobre el país que queremos en estos días. Queremos un país en donde las personas vivan dignamente. El fin último de esta voluntad ciudadana, desde mi punto de vista, es convertirnos en un país desarrollado.
Sin embargo, siento que aún no nos damos cuenta de que el país sigue teniendo un modelo de extracción de recursos naturales sin un valor agregado. Nuestras autoridades debes cambiar ese enfoque y en lugar de vender materias primas, deben vender la inteligencia de los chilenos y chilenas. Nuestra nación cuenta con mentes prometedoras, que han descubierto bacterias que degradan el plástico, por ejemplo, pero le aseguro que su propio país no es capaz de darle un apoyo para desarrollar estudios y generar tecnología y valor agregado en nuestro territorio.
Al principio me lamenté por esto, pero después pensé en enviar esta carta para que las personas que integran nuestra sociedad exijan a las autoridades nacionales políticas públicas para apoyar el desarrollo de tecnología y la generación de conocimiento, para que finalmente tengamos tecnología nacional en el mundo con la etiqueta “Made in Chile”, con lo cual podríamos al fin sentirnos orgullosos de nuestra nación.
José Joaquín Bustamante Villouta