Señora Directora:
Van semanas desde que comenzó el llamado “Estallido social”. Las soluciones propuestas por el gobierno han sido insuficientes, no lo digo yo, lo dice la calle. Suponer que, hoy, una vez más, la calle está en error y que los cálculos políticos hechos en la vieja cocina, pueden dar término a este descontento es una complicada jugada que solo agudiza la crisis social que enfrenta Chile.
Quedó demostrada la poca conexión que la clase política tiene con el pueblo. Primero nos mandaron a hacer bingos, luego a comprar flores y como colmo nos invitaron sarcásticamente a levantarnos más temprano.
Podemos entender la desconexión, lo más probable es que jamás hayan usado el transporte público, que jamás supieran lo que es no llegar a fin de mes, o lo que es no poder medicarse por falta de dinero, y así, podríamos seguir por mucho más. Esta desconexión es claro ejemplo de la desigualdad existente. Gran parte los ministros de Estado han estudiado fuera de Chile, o si no, en Santiago. La desigualdad es económica, geográfica, en fin, multidimensional.
El pueblo se cansó. El pueblo entiende que las medidas propuestas por el Ejecutivo van destinadas a inyectar más dinero a los de siempre, beneficiando a los de siempre, haciendo crecer a los de siempre, y manteniendo en la miseria a los de siempre.
El pueblo quiere transformaciones radicales, transformaciones que este sistema neoliberal, amparado por una constitución creada en dictadura y parchada en la democracia del duopolio, no puede entregar. Basta con mirar por la ventana y escuchar las demandas, son transformaciones profundas las que aclaman: una asamblea constituyente, fin a las AFP, recuperar los recursos naturales, sueldos dignos, entre muchas más.
La historia juzgará al Presidente. Será recordado como el gobernante que con un 9.1 % de aprobación (hasta ahora) sacó a los militares a la calle, abriendo todos los temores y traumas del pasado y violando, a través de sus agentes del Estado, los derechos humanos Su imagen sólo se podrá suavizar, pero no exculpar, escuchando a la gente y dejando el amiguismo comercial.
Ignacio Sanhueza Villalobos
Estudiante de Derecho
Ex coordinador Techo Chile