Señora Directora:
Según el Foro Económico Mundial, la creatividad se considera una de las habilidades fundamentales para el éxito en el siglo XXI. Hoy más que nunca, con el avance de la tecnología y la inteligencia artificial, y la automatización de algunas funciones laborales, la creatividad y la capacidad para innovar es más valiosa que nunca.
La innovación y la creatividad promueven la capacidad de adaptación a un entorno en constante cambio. Estas capacidades no solo permiten a las personas generar ideas nuevas, sino que también las habilitan para transformar esas ideas en soluciones prácticas y efectivas a los desafíos existentes.
La universidad debe proporcionar un entorno propicio para que los estudiantes exploren su creatividad y desarrollen habilidades innovadoras a través de proyectos prácticos y colaborativos. Un entorno educativo donde la creatividad sea tan valorada como la precisión matemática o la gramática impecable. Y donde los estudiantes sean alentados a pensar fuera de la caja, a desafiar el status quo y a abordar los problemas desde ángulos inesperados. Aquí es donde florece la innovación, y con ella, la capacidad de adaptación.
La creatividad y la innovación no solo son importantes para el desarrollo individual de los estudiantes, sino que también son fundamentales para el progreso de la sociedad en su conjunto. La capacidad de pensar de manera creativa y encontrar soluciones innovadoras a los problemas existentes es esencial para abordar los desafíos sociales, económicos y ambientales que enfrentamos en la actualidad.
En este contexto, es alentador ver que Chile haya sido uno de los países más innovadores y emprendedores de América Latina. Según la última versión del Índice Global de Innovación 2023 de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), Chile se posicionó en el segundo lugar en la región, superando a México pero quedando por debajo de Brasil. Aunque caímos dos posiciones en comparación con el año anterior, nuestro país sigue destacando en áreas clave de innovación, como las solicitudes de marcas por millón de habitantes.
Aún queda mucho por hacer. Debemos seguir fomentando la creatividad y la innovación en la educación universitaria. Sólo así los profesionales del futuro estarán preparados para enfrentar los desafíos y oportunidades del mundo actual.
Felipe Ward/USS