Señora Directora:
Si nuestro país fuera una gran aeronave, podríamos señalar que nos encontramos en medio de una “turbulencia social”. Algunos dicen “brisas bolivarianas”, otros, “brisas de realidad”. Gran parte de los pasajeros están descontentos y se rebelan frente a lo que les molesta. Los más radicales exigen que el Capitán abandone el control y mando –algo no muy propio de Democratic Airlines- otros, los más sensatos, simplemente piden que la tripulación y los auxiliares de vuelo cumplan con su trabajo: Servir, respondiendo a las necesidades con real sentido de urgencia, llevando así a Chile a su destino: El progreso y desarrollo. Es por ello que se propuso, y actualmente se legisla, un necesario y justo cambio, a través de una importante agenda social y, cual vuelo comercial, de un nuevo personal aeronavegante lleno de energía, calidad humana, cercanía, vitalidad y sueños, lo que Chile necesita y merece.
A los jóvenes, a las nuevas generaciones, los convido, citando a uno de los actores sociales más importantes de los últimos diez años, a ser protagonistas del hoy y del mañana, transformándose en actores de cambio del nuevo Chile: “…Prepárense, porque en algún minuto, en algún lugar, este país los va a llamar y les va a pedir que le devuelvan la mano a todas las oportunidades que les han dado, y para ese momento este país los quiere lo mejor preparados posible…” (Felipe Cubillos).
Agustín Larson
Alumno Colegio Pinares