Señora Directora:
La crisis y estallidos sociales que afectan a Chile, deja al descubierto nuevamente la falta visión Geopolítica por parte del Estado sobre nuestro país. Un tema que prácticamente no está en el debate, al menos de manera masiva, y que no se aborda con altura de miras por parte de las autoridades de turno.
Para empezar nuestro país debería tener sólo seis macroregiones, se administraría mejor que con las 16 que tiene ahora, que sólo genera mayor burocracia en materia de decisiones administrativas. Mala distribución de la población en el país, muchas ciudades en zonas donde no existen recursos naturales para su abastecimiento, generando problemas para sus habitantes.
Por otro lado, existe una pobre conexión entre las ciudades, no sólo en el ámbito vial, sino que también en las comunicaciones, arista sensible cuando hay tragedias naturales o bien en la crisis actual de todos conocido. El excesivo poder de la capital sobre las determinaciones que afectan al país y sus zonas extremas es un problema que se arrastra desde los inicios del Chile independiente, cuyo problema no ha tenido una respuesta óptima. El hecho que las regiones no puedan administrar sus recursos, es otro de las tantas falencias que presenta el mal llamado concepto de “regionalismo” en el país.
No me sorprendería que muchos más temprano que tarde, algunas zonas del país inicien procesos separatistas, o bien asociarse a otro estado, producto del abandono en que se encuentran. El caso más delicado a mi juicio es Rapa Nui, pues tarde o temprano pedirá su anexión a algún estado oceánico, debido al abandono en que se encuentra por parte del continente.
La Región del Bío Bío cuenta con suficientes recursos naturales, como para abastecer a su población. No obstante la excesiva dependencia de las decisiones de la capital, así como la falta de identidad propia, entre otros factores, hacen que pierda su valor y aporte a la productividad del país. El tema es complejo de analizar y espero las autoridades y la sociedad civil tomen cartas en el asunto.
Francisco Darmendrail