Señora Directora: El plebiscito en San Pedro de la Paz recién pasado, el primero en nuestra Región del Bío Bío, deja varios aspectos a analizar.
Primero, si la participación que, de acuerdo a las noticias, alcanzó los casi 15.000 votos, logra ser suficiente para que la administración comunal la considere como la voluntad de los vecinos o bien, se limitará a ajustarse estrictamente a lo que la Ley indica como un justo y necesario quórum para tener la representatividad de los más de 130.000 habitantes de la comuna, y 80.000 del padrón electoral, como valor democrático.
Segundo y para entender la participación lograda, se debe tener claridad y no confundirse que ésta es reflejo de la capacidad de convocatoria de la Municipalidad y no responsabilizar de la necesaria difusión, como algunos pretenden, a un ente distinto, ya sea el SERVEL o a los propios vecinos que debimos utilizar las redes sociales; aclaración necesaria ante la ausencia de autocrítica de las autoridades comunales.
Por otra parte, al retrotraerse y volver a la génesis del plebiscito, resulta curioso que el tema de los cursos de agua, lagunas y humedales, cobran relevancia y titularidad coincidentemente cerca o en cada período electoral, por lo que resulta lícito preguntarse si el interés es real u obedece a la histórica calculadora de votos y conveniencia política.
Si bien el propósito del plebiscito, y al cual muchos de los sampedrinos adherimos, es el respeto y cuidado de los humedales y lagunas, no deja de sorprender que, luego de 3 períodos consecutivos como alcalde, desde el 2008 al 2020, esta administración municipal no haya sido capaz de gestionar un Plan Estratégico y un Plan Regulador Comunal que justamente proteja dichos biotopos, su flora y fauna, permitiendo un crecimiento urbano sustentable sino que, forzado, se haya llegado al punto que sea el SERVEL el que deba asumir el protagonismo para hacer escuchar la voz de los vecinos, recordando que esta misma administración comunal no apoyó una actividad similar el 2011.
Consecuentemente, si el Alcalde y su Concejo quieren proteger los humedales y lagunas han tenido y tienen las herramientas administrativas pertinentes para hacerlo.
Y, a pesar de esta visión crítica del proceso recién pasado, el balance sigue siendo positivo; con el vaso medio lleno, hoy existe consciencia que ni el poder de las inmobiliarias, ni la desidia de las autoridades comunales, ni la lluvia, ni los temblores, silenciarán la expresión de nuestras voces: somos casi 15.000 personas que cumplimos nuestro deber como vecinos compartiendo un objetivo común y superior, comprometidos por un desarrollo sustentable de nuestra hermosa comuna.
Arnold Schirmer Prieto