Carta al director

Migración y salud

Por: Diario Concepción 18 de Agosto 2019

Señor Director:

Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un estado, nos dice la Declaración Universal de Derechos Humanos. Si realmente creemos que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, tenemos que pensar en todos los ámbitos.

En salud, la ley de deberes y derechos tiene como pilares la dignidad, igualdad y autonomía de los pacientes, incluyendo a aquellos que vienen llegando a nuestro país. Pese a estas declaraciones en la realidad nos encontramos con barreras de idioma, financieras y culturales que pueden generar brechas en el acceso y/o en los resultados esperados.

La prescripción de un medicamento por nombre genérico (o DCI, por Denominación Común Internacional) es un avance importante para que los pacientes puedan reconocer distintas marcas que tienen el mismo principio activo, empoderar al usuario y alejarse de la palabra “paciente”.

Existe la posibilidad que la realidad asistencial cambie en razón de nuestros nuevos compatriotas, ya sea por costumbres y visión de la enfermedad, como también por la genética o incluso por la sensibilidad a antibióticos por su uso diferido en otras latitudes. Es importante que la academia coopere en responder estas preguntas y buscar junto al equipo de salud y la comunidad las respuestas más acordes a cada realidad local.

Tal vez faltaría revisar la posibilidad de que los laboratorios contaran con folletos para profesionales y pacientes en otros idiomas, entendiendo que un porcentaje no menor de la industria tiene disponibilidad de ellos en otros mercados. Para esto se requiere solamente voluntad y sumar al Instituto de Salud Pública al modelo de salud familiar. Es deber de todos buscar mejorar la comunicación, que es la base para una mejor salud y una mejor sociedad.

Jorge Cienfuegos Silva
Químico Farmacéutico
Universidad Andrés Bello

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