Carta al director

Suicidios niños y jóvenes

Por: Diario Concepción 12 de Agosto 2019

Señor Director:

Si bien es cierto que solo las madres podemos proveer de leche, el alimento más nutritivo que existe para nuestra especie, lo cierto es que es fundamental que sea entregada a un pequeño frágil como lo es un bebé prematuro. Escribo esto porque debe ser entregada ojalá de cualquier medio, pero entregada finalmente, porque la leche materna como dicen algunos expertos es “oro líquido” en el caso del calostro, que es la primera leche que sale los primeros días.

El calostro es el mejor alimento para el sistema inmunológico y cada gota que sale debe ser considera como un “medicamento”, porque está lleno de inmunoglobulinas que en palabras sencillas ayudan a cubrir el revestimiento de los intestinos inmaduros de un bebé prematuro o de término y ayudan a prevenir la invasión de gérmenes.

La leche materna está perfectamente diseñada para cada bebé, tanto en la cantidad como en la composición. Es algo más que una comida, tiene tantos beneficios poderosos que ayudan al bebé prematuro no sólo a crecer y sobrevivir, sino a progresar en una unidad de cuidados intensivos.

La leche humana ayuda a reducir muchas otras complicaciones graves de los prematuros y debe ser considerada como una parte esencial de la atención neonatal. La leche materna si no puede ser proveída directamente de su madre, se puede entregar a través de biberones (mamaderas) o directamente por el padre, a través de lo que se conoce técnicamente como “sonda al pecho”. Esta técnica, muy común en una unidad neonatal y recomendada por fonoaudiólogas, matrones, etc., está aún muy lejos de ser usada por los padres, ya que se prefiere dar la leche en jeringa o mamadera.

Cuando vi esta técnica siendo usada por un padre para “amamantar” a su bebé porque su madre estaba grave, se me abrió un camino de normalización hacia la lactancia. Lo importante es que nos “empoderemos”, como lo dice el lema de la Waba (alianza mundial pro lactancia materna que trabaja con OMS y Unicef), y entendamos que lo importante es que un bebé frágil sea alimentado con su leche materna, independiente de que si la entrega la madre o padre.

Carolina Herrán Landeros
Académica Escuela Fonoaudiología
Unab

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