Señor Director:
Si algo nos enseña la experiencia de la gestión del actual Gobierno Regional es que el voluntarismo y el sectarismo son una mixtura que deviene en consecuencias negativas para la Región. Ejemplos actuales de esto tenemos dos; por un lado, la última conformación del Directorio del Teatro regional, concebido como botín y plataforma de egos que llevó al nombramiento de directores afines al oficialismo; sin dar lugar a contrapesos o complementos diversos, decisión cuyos pésimos resultados están a la vista.
Por otro lado, la discusión presupuestaria anterior elevó irresponsablemente las expectativas a un monto de más de $100 mil millones; omitiendo el efecto de la separación de Ñuble. El resultado, por cierto, fue bochornoso y sólo profundizó la sensación de bajo calibre del ejecutivo regional.
Hoy, el Gore tiene nuevamente ambos temas en la coyuntura y es el momento para que el actual Intendente rectifique, con humildad, colaboración y diálogo ambas situaciones. Sino, las consecuencias, una vez más, las sufrirá la ciudadanía en un año más.
Luis Henríquez Logia