Señor Director:
El día domingo recién pasado, visitando a un primo que vive en la calle Aníbal Pinto, entre Cochrane y San Martín, había una pelea entre unos hombres, a garabato limpio y amenazas múltiples entre ellos. Frente a lo inusitado y desmesurado del hecho, una vez en casa de mi primo, le pregunté si sabía lo que ocurría afuera de su hogar. Mi sorpresa fue grande al escuchar que eso que ocurría afuera, en pleno centro de Concepción, era pan de cada día, que las personas involucradas eran por todos conocidos, que han llamado un millón de veces al plan cuadrante, a la seguridad ciudadana del municipio, denuncias a la radio, incluso intentaron contratar un abogado, me dijo, un grupo de vecinos completamente aburridos con la escena cotidiana. Luego, me dijo, que no sacaron nada de nada, nadie los escuchó, a nadie le importó, ni del municipio, ni carabineros, ni a nadie, y que, por si faltara poco, existe una red de personas así, “cuidadores y acomodadores de vehículos” que “trabajan” muy al alero de los funcionarios de parquímetros, que están por todo el centro de Concepción, perfectamente organizados, con turnos laborales. Lo que yo había presenciado, era una disputa por un horario o turno laboral.
Mi pregunta, luego de este breve relato es: ¿y nadie sabe nada?, es decir, existe una red de maleantes, ilegales, organizados en el centro de la ciudad, y nadie sabe nada, ninguna autoridad, municipal o policial, ¿ninguna sabe nada? Qué raro no, que nadie, ninguna autoridad sepa y haga nada, cuando es una flagrante violación de nuestra seguridad, abusiva y organizada, una mafia urbana que gobierna las calles, y ninguna autoridad hace nada.
Mauricio de Gilbert