Señor Director:
Con cierta preocupación y asombro hemos leído los últimos textos, publicados en vuestro medio, del profesor de historia e investigador Alejandro Mihovilovich, algunos errores que no se pueden dejar pasar, lo anterior, por un tema de rigurosidad histórica y honestidad intelectual.
En la edición del día 17 de febrero, el texto referido a David Stitchkin, señala: “Durante su rectorado, el poeta y futuro Premio Nacional de Literatura, Gonzalo Rojas, organizó las primeras Escuelas de Verano de la UdeC, en las que se invitó a lo más granado de los pensadores de América y el mundo, concurriendo más de 120 intelectuales, artistas y científicos”. Respecto a esto, hay que precisar que la primera Escuela de Verano se realizó durante el mes de enero de 1955, siendo todavía rector Enrique Molina Garmendia. Es recién desde la segunda versión, de enero de 1956, cuando el segundo rector de la UdeC, David Stitchkin, trabajara junto a Gonzalo Rojas en las siguientes seis versiones de las Escuelas de Verano, hasta 1962 (la de 1961 no se realizó). Siendo ésta última la de mayor importancia por su carácter verdaderamente internacional y con un espectro Latinoamericano, denominada “América en el Mundo”.
El último de los errores se puede apreciar en su escrito sobre Edgardo Enríquez del día 24 de febrero, en el cual señala lo siguiente: “En el año 1969, la comunidad universitaria lo eligió como rector de la UdeC, cargo que ocupó hasta julio de 1973, fecha en que es llamado por el presidente don Salvador Allende para ocupar el cargo de ministro de Educación”. Habría que puntualizar que don Edgardo Enríquez fue electo rector el mes de diciembre de 1968, asumiendo el cargo en enero de 1969 y que su período como máxima autoridad universitaria terminó en noviembre de 1972.
En consecuencia, tener un espacio en los medios, más aún para difundir el conocimiento histórico, en especial el local y que dice relación con nuestra Universidad, conlleva cierta responsabilidad y rigurosidad histórica en la búsqueda y contrastación de las fuentes, paso mínimo y básico cuando se quiere investigar y escribir sobre alguien o algún tema. Es por ello que no podemos permanecer indiferentes ante semejantes errores, como los antes señalados.
Danny Monsálvez Araneda
Prof. Depto. de Historia
Universidad de Concepción
Javier Ramírez Hinrichsen
Prof. Depto. de Artes Plásticas
Universidad de Concepción