Señor Director:
¿Existirá hoy algún gasto en que incurra un senador o diputado propio de sus labores parlamentarias que deba pagar con su dinero que gana por su labor en el Congreso y que luego no le sea restituido por el fisco, porque según pasan los días, nos vamos enterando por la prensa que el Estado, en definitiva los chilenos pagamos innumerables servicios que usufructúan los parlamentarios, arriendos, bencina, celular, pasajes aéreos, nacionales y extranjeros, alojamientos en hostales y hoteles, secretarios, asesores, varios gastos varios, entre otros, siendo los desgastes del auto, la guinda de la torta, porque debemos estar de acuerdo que la vida de muchísimos chilenos, sería muy diferente si tuvieran estas mismas subvenciones del Estado, trabajarían muy motivados y a la vez tranquilos, sabiendo que sí llegaran de lo más bien a fin de mes?
¿Se imagina usted como le cambiaría su vida si le pagaran el celular, la bencina, el arriendo, el desgaste del auto, los pasajes, asesores para ayudarlo en su pega, tal vez por ese motivo año a año aumentan las reelecciones y los postulantes nuevos al Congreso, verdaderamente “El trabajo soñado” y con la grandísima ayuda que los requisitos que les exigen brillan por su ausencia, solamente ser chileno, Licencia Secundaria y respirar.
Luis Enrique Soler Milla