Señor Director:
¿Usted cree que los 119 profesores que fueron agredidos deseaban continuar con su atacante en la sala de clases? No todos los profesores tenemos la suerte de poder cambiarnos de trabajo cuando se nos plazca y, por más que suframos agresiones hasta el punto de tener daños irreparables, no podemos dejar de proveer a nuestras familias. Así que antes de hablar sobre la “libertad de cátedra”, asegúrennos un mínimo de integridad física.
Francisca Herrera