Señor Director:
Dimes y diretes ha provocado el hallazgo de osamentas del joven Mardoff, extraviado en Concepción en 2005, y que fueron encontradas hace poco más de tres. Lo extraño es que después de tres años la fiscalía solicitara a la PDI, institución no considerada en el hallazgo inicial, un nuevo trabajo de sitio de suceso, encontrándose por parte de los detectives nuevos restos óseos, y que conforme a estudio de ADN, corresponden al mismo hallazgo de hace tres años, y, por lo tanto, al joven que se encontraba desaparecido.
Para los detectives, el sitio de suceso y sus ramificaciones debe ser trabajado con altísimo celo profesional, ya que la interpretación policial del mismo, las evidencias, indicios criminalísticos, etc., puede orientar y si se trata de una muerte ocasionada por terceros, posibilitar hasta la identificación científica del o los autores a través de perfiles de ADN.
Cuando ocurren errores, el ser humano los puede cometer, bueno es reconocer, pero es muy feo eximirse de ellos, y simplemente atribuirlo a otros, ya que ello al final es doble error.
Alberto Contreras Silva