Señor Director:
¿Por qué se hace dificultoso identificarnos como Iglesia en la proximidad los unos con los otros? De ser hermanas y hermanos cercanos, si la Iglesia somos todos. Cercanía es aproximarse, adherirse en el prójimo mismo tal como lo hizo Jesucristo. ¿Cuántos piensan así? ¿Hemos captado que la Iglesia está en proceso de cambio, lo hemos advertido o creemos que ese cambio solo viene de arriba? ¿Cuántos de nosotros sabe lo que significa ser laicos en la Iglesia y de su rol?
La Iglesia tiene un gran recorrido que hacer para el laicado asuma el papel que corresponde; y que se dé cuenta que para eso hay que despertar su conciencia en Jesús, y no tanto en la sola colaboración, sino en la corresponsabilidad; y no sólo en la realización, sino asimismo en la gestión. ¿Somos o no somos Iglesia? Pues dejémosla serla en plenitud.
Hagamos que este “pueblo” tome parte en su marcha por la historia El Concilio Vaticano II fue una vertiente para la esperanza, donde superaríamos el esquema piramidal; pero en eso como en otras muchas cosas, al Concilio le cortaron las alas para volar con aires de renovación. El miedo a correr inseguridades, la falta de confianza en el Espíritu, y la añoranza de que todo tiempo pasado fue mejor, sesgaron la gran utopía de una Iglesia dócil al Espíritu Santo, sin condiciones.
Es tiempo de volvernos hacia Jesús, dejemos que el pueblo haga lo que tenga que hacer, la Iglesia tiene mucho que aprender, sobre todo la jerarquía eclesial.
Carol Crisosto
Diplomada en Estudios Religiosos
Laica ligada a los SS.CC.