Carta al director

¿Ruedas de carreta?

Por: Diario Concepción 20 de Julio 2018

Resulta abrumador que en nuestro territorio local y regional estemos casi permanentemente (y obviamente en un sentido figurado) en un diálogo de sordos, es decir, nos decimos cosas que nadie escucha y los que contestan cuando lo hacen, lo que dicen denota que no escucharon nada de lo que el otro dijo.  Pasa cuando los que opinamos en los medios sobre alguna obra en programa o en curso, sobre un problema urbano en desarrollo y ninguna autoridad responsable toma el pandero para tan solo susurrar una semi respuesta; o surge otro opinante que descalifica sin entender lo que antes dijimos.

Entendemos que es difícil entablar un diálogo, casi imposible, ya que se trata de colectividades, no son cosas personales de uno y otro, sino cosas de la comunidad las que están en juego. Y ahí aparece un elemento clave, pero que no funciona: el sentido de comunidad ¿Cómo tenerlo claro? Si no entendemos que hablamos o razonamos sobre cosas que nos afectan a todos,  ¡estamos a fojas cero!  Y lamentablemente estos intentos de diálogos quedan en cero, en un desgaste infructuoso. Pero pienso que esto no sucedería hasta el extremo desgastantemente improductivo si hubiese buena, profusa y bien emitida información. Pero a eso tampoco se llega. En una columna sobre participación ciudadana (un mito a mi juicio) dije que todos, por lo general, estamos mal informados sobre las cosas que nos afectarán ahora o en el futuro.

Dos ejemplos latentes: el trazado del puente industrial en proyecto  y  el estudio del nuevo Plan Metropolitano de Concepción en desarrollo. ¿Quién ha visto publicado los planos de trazado del puente y su conexión en San Pedro con la  ruta 160, pero de manera clara e inequívoca (que de margen a malinterpretar, como pasa con  los videos de fantasía)? ¿Quién ha visto grandes planos del gran Concepción y sus ciudades con sus nítidas zonificaciones y redes viales de manera clara y entendible por profanos?   Sabemos que para la verdadera participación hay procedimientos y técnicas  que aquí nosotros ni soñamos aún.  No pedimos eso, pero si un empeño porque los otros (los ciudadanos ni más ni menos) entiendan para donde vamos (y no para dónde quieran llevarnos). Si el país fuese de verdad un miembro pleno de la OCDE, deberíamos saber hacerlo.

Recuerdo de mis años 60, cuando los arquitectos Emilio Duhart y Roberto Goycoolea estudiaban un nuevo Plan Regulador para Concepción, armaron en la entonces vacía Galería Alessandri una exposición con gigantescos planos, dibujos y textos sobre lo que se pretendía hacer, además de dar explicaciones verbales al público. Inédito en la ciudad y en Chile, nunca se ha replicado algo así. Intentos increíbles desde el subdesarrollo, con fuerza, creatividad y pocos recursos, pero lo hicieron: el mejor Plan Regulador que esta ciudad un día tuvo (y que duró poco por el neoliberalismo a ultranza que nos llegó ya sabemos desde donde). La administración pública debiera atreverse a más y a tomar en serio la transparencia y la participación ciudadana, a como dé lugar. Refugiarse en las alturas unos y tragarse las ruedas de carreta otros ya no puede tener sentido.

Antonio Zelada E.
Arquitecto

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