Carta al director

La paradoja de los “tiempos mejores”

Por: Diario Concepción 19 de Julio 2018

Señor Director:

Desde los quince hasta los veinte años de edad me desempeñe laboralmente como empaquetador en el supermercado líder Bío Bío, ubicado en la autopista Concepción- Talcahuano frente al mall del Trébol. Por muchos años viví en carne propia los embates de la precarización laboral para jóvenes y estudiantes donde se trabaja sin un contrato de trabajo, sin indemnización por años de servicio, sin posibilidad de cotizar, sin estar protegidos ante accidentes laborales o de trayecto, sin derecho a prenatal y postnatal, sin derecho a vacaciones etc. Además, de pasar extenuantes jornadas de trabajo de pie sin descanso y sin tener derecho a horario de colación.

En el año 2010 se agudiza la contradicción capital-trabajo, cuando las grandes cadenas de supermercados comienzan a implementar los “Empaques universitarios” (lo que finalmente sería un atisbo de lo que sucedería a nivel nacional). Jóvenes empaques, que además, de verse afectados por la precarización laboral antes mencionada, debían pagar diariamente por trabajar, costear sus uniformes de trabajo y estar propensos a recibir órdenes bajo dependencia y subordinación.

Lo anterior, tiene estrecha relación con el funesto proyecto de ley: “Estatuto Joven” aprobado el reciente Jueves 12 de julio del presente año por el congreso de Chile e impulsado por el gobierno de los “tiempos mejores”, dicho Estatuto Joven viene a replicar las condiciones precarias e indignas del sistema de trabajo que aqueja a los empaques, pero con la particularidad de que ahora se aplicaría de forma transversal en los diferentes puestos de trabajos para jóvenes de entre 18 y 29 años, con la “argumentación” de que permitiría compatibilizar estudio y trabajo mediante jornadas flexibles de trabajo.

En términos concretos, este proyecto de ley implica un retroceso en materia de derechos laborales y demuestra que una vez más se ha legislado en favor de las empresas y no en favor de los derechos y la dignidad de trabajadores y trabajadoras de Chile. La desazón e impotencia que recala en lo profundo, es que, ante los ojos del modelo laboral Chileno imperante (heredado de la dictadura y perpetuado en democracia) los y las jóvenes nos hemos convertido en trabajadores y trabajadoras fantasmas que no tienen derecho a condiciones laborales dignas y humanas.

Eric Riquelme Sanhueza
Presidente Regional de Revolución Democrática en la región del Bío Bío.
Ingeniero en prevención de riesgos laborales y ambientales

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