Carta al director

La Administración Pública para el Siglo XXI

Por: Diario Concepción 23 de Junio 2018
Fotografía: Archivo

El 23 de junio se conmemora internacionalmente el día de las Administraciones Públicas, relevando la importancia que cobra esta institución para el bienestar de las personas que habitan en cada país. Las instituciones del Estado que cada día son puestas a prueba por la ciudadanía en la búsqueda de los bienes y servicios que aseguren una mejor calidad de vida y el acceso al famoso bien común, han perdido la credibilidad y confianza vital para mantener una conexión entre las reales demandas de las personas y la forma como los gobiernos entregan sus prestaciones y servicios. Recordemos que el último informe chileno de transparencia revela que 7 de cada 10 chilenos considera los organismos públicos como muy corruptos.

Este vínculo se ha tratado de recobrar con iniciativas como la ley de participación ciudadana, de transparencia, fomento a la innovación pública, acreditación de la calidad, etc. Sin embargo, la credibilidad de las instituciones no logra generar un mayor vínculo y conexión, lo que lleva a cuestionarse si el problema radica en la institución o en la ciudadanía.

La Sociedad Chilena ha cambiado, y eso no lo podemos negar, mayor acceso a tecnología, uso de redes sociales, menor comunicación personal, más horas de trabajo y menor espacio de tiempo familiar, pero la siguiente pregunta es si las instituciones públicas se han adaptado a estos cambios en nuestra sociedad, y es ahí, donde seguimos observando mayoritariamente una Administración Pública fundada en principios del siglo XVIII, con enfoque orientado a la dádiva, la prestación, el “favor” desde el Estado al Ciudadano, siendo que, somos los ciudadanos los que hoy demandamos una Administración Pública pertinente a nuestras condiciones territoriales y sociales. Una administración eficiente, de libre acceso y trámite fácil, pues los tiempos de cada familia y persona son escasos. Una administración pública que ponga en el centro las necesidades del ciudadano y no el ciudadano gire en torno a las ventanillas de los servicios públicos.

Lamentablemente, no se han observado estos cambios como quisiéramos, si bien se evidencian ejemplos de modernización del Estado, aún estamos distantes de los tiempos ciudadanos. Las personas que caminamos de a pie, vamos varios metros distantes de la Administración Pública, y pensar en vincularnos con esta institucionalidad burócrata, nos involucra tiempos y una cierta desazón, sobre un espacio del cual no podemos huir, pues somos públicos cautivos.

Es urgente modernizar y humanizar la Administración Pública para recobrar un camino conjunto, con instituciones modernas y que se vinculen a las demandas actuales de los ciudadanos, con políticas públicas flexibles a los contextos sociales, procesos y procedimientos ajustables a las realidades territoriales y con mayores espacios de participación entre los ciudadanos, funcionarios y gerentes públicos, que permitan recobrar la anhelada conexión que debe tener una Administración Pública moderna.

Jaime Contreras Álvarez
Jefe de Carrera
Administración Pública y Ciencia Política
Universidad de Concepción

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