Carta al director

Participación ciudadana

Por: Diario Concepción 14 de Junio 2018

Señor Director:

Las inquietudes por el nuevo Plan Regulador Metropolitano de Concepción recién comienzan a manifestarse. Tardíamente a mi juicio, cuando ya no hay mucho que hacer al respecto, cuando parece estar ya en su fase terminal. Es que tampoco había mucho que hacer antes, tal como son las cosas en el sistema de planificación territorial que tenemos en Chile.

Me refiero a la opinión ciudadana, a la de la gente que aquí habita, en este marco de vida del territorio, donde se concentran nuestras ciudades pencopolitanas. Es que la participación del ciudadano real, no funcionario del Estado, es casi inexistente, pues se trata de una elaboración de propuestas técnicas que son muy complejas para cualquiera que no sea un experto; y estos no son muchos, se reducen a unas pocas profesiones (arquitectos, geógrafos, ingenieros, sociólogos, biólogos) y peor aun, son personas que se han especializado en planificación urbana, verdaderamente muy escasas.

De hecho, además, el estudio en desarrollo para éstas nuestras ciudades está en manos de una empresa consultora de Santiago. En el actual estadio de las cosas, ni los expertos locales, excepto los funcionarios antes mencionados, sabemos mucho de las propuestas que vienen y luego se oficializarán, lo que será con fuerza de ley, ni más ni menos.

Claro, falta aun el paso por las instancias políticas del Gobierno Regional, concretamente en el Consejo Regional, en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo que lo ha encargado, que lo sanciona y que lo administrará durante su vigencia (¿20 años o más?). ¿Y qué sabe la ciudadanía? ¿Cómo ha participado en este proceso que finalmente regulará sus suelos y por lo tanto de algún modo su vida futura? : casi nada, excepto con la poca y deficiente representación de las administraciones comunales involucradas (9 comunas), es decir por los alcaldes y Concejos Comunales de las respectivas municipalidades. Que por lo demás poco opinan, sin compenetración mayor y más que una opinión de verdadero nivel e interés político, de necesaria política urbana, termina siendo una opinión medianamente técnica de los profesionales funcionarios, y esto en el mejor de los casos.

La verdad es que no existe un sistema eficaz de comunicación y de participación pública en estos procesos, de lo que rimbombantemente de llama Participación Ciudadana. Más que una realidad, es un mito que configuran los gobiernos y los distintos ministerios cuando de trata de llevar adelante grandes proyectos (con sus grandes inversiones asociadas): mito puro. No se conoce ninguna experiencia de verdad exitosa en esta cosa de la participación ciudadana llevada adelante por las autoridades del Estado. Me refiero a estas grandes decisiones para que, mediante políticas urbanas profundas que apunten al Bien Común, apunten a regular el destino y el uso del suelo en extensas áreas urbanas, con una red de conexiones y una malla de servicios sanitarios y energéticos bien pensada para la actualidad y para el futuro. Y den la base física ojalá óptima para el funcionamiento de esta sociedad gregaria que es la gran ciudad. Es el objetivo básico o elemental de un Plan Regulador Urbano, sea de nivel territorial comunal o metropolitano. Importante, más aun en un territorio geográfico como el nuestro, encaramado sobre la cordillera costera y extendido en la faja litoral del gran océano, con grandes ríos y lagunas, con los más extensos bosque productivos, grandes usinas productoras de energía y acero, 4 puertos de gran movimiento, un aeropuerto que en breve será internacional, y 8 ciudades complejas entrelazadas.

La falencia gubernamental (de origen básicamente político más que administrativo) de la débil y casi nula participación ciudadana debe ser rápidamente superada en este país, tanto para las grandes obras públicas como para los procesos de planificación urbana como este caso del Plan Regulador Metropolitano de Concepción, tal vez el de segundo tamaño e importancia en el país, después del de Santiago. Pero creo que, si se hace, será un trabajo concienzudo y largo, para que de verdad resulte; y las autoridades políticas tendrán la palabra, con el apoyo de sociólogos, comunicadores sociales, expertos, y con participación de los ciudadanos…

Antonio Zelada Espinosa
Arquitecto

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