Señor Director:
El cóndor es un ave imponente por tamaño y hermosura, destacándose en nuestro escudo patrio; mediante Decreto del 30 de junio de 2006 fue declarado monumento natural de Chile; siendo un carroñero su rol en la naturaleza es el de “limpiar” restos de animales muertos.
Su importancia en el país lo condujo, incluso, a ser llevado a la historieta por el gran caricaturista “Pepo”, sin embargo, ni sus méritos ni su grandeza lo hacen eximirse de ser asesinado por empresarios ganaderos, dueños de parcelas y fundos que lo ven erróneamente como una amenaza a sus animales y a su negocio, por lo cual atentan contra él mediante carroña envenenada.
Son decenas los caídos anualmente, unos son salvados providencialmente, pero la mayoría muere por los tóxicos arrojados por los desquiciados. Es lamentable que el SAG no logre dar con los responsables de un delito que se repite continuamente en nuestro territorio y que está contemplado con pena de cárcel y fuertes multas por la ley de Caza N°19.473, en un acto de inoperancia extrema de esta institución pública.
Es de esperar que el organismo fiscalizador redoble sus esfuerzos para evitar que esta tan bella y útil ave andina siga siendo eliminada impunemente por mentes enfermas.
Gary Parra Sanhueza