Carta al director

Noventa años del IPC

Por: Diario Concepción 24 de Marzo 2018

Señor Director:

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) se creó en el año 1928 con el fin de medir los cambios en los precios de una “canasta básica”, compuesta por un conjunto representativo de bienes. Dicha canasta empezó midiendo sólo 42 productos, pero en la actualidad monitorea más de 300, debido a la ampliación del poder adquisitivo chileno y a sus cambios en los hábitos de consumo. Su ajuste ha sido gradual, y siempre va un paso atrás, debido a que reacciona a las prioridades económicas de los chilenos. No obstante lo anterior, ha tenido profundas implicancias en la vida de los chilenos.

En primer lugar, el IPC ha monitoreado el cambio en la sociedad chilena desde una economía cerrada a principios de los años 30 a una abierta al comercio exterior. Esto se manifiesta en la multiplicidad de artículos que actualmente se incluyen en la canasta, muchos de los cuales ni siquiera se producen en territorio nacional. Así, el IPC ha sido un testigo que toma nota del desarrollo del consumo en nuestro país.

En segundo lugar, el IPC ha permitido medir el poder adquisitivo de los chilenos. Si el sueldo anual de un empleado se reajusta a una menor tasa que la del IPC, entonces en términos reales el empleado tendría un menor poder adquisitivo. De hecho, el IPC se ha posicionado como el piso mínimo para iniciar negociaciones sindicales.

Por último, el IPC ha permitido conducir la política monetaria en el marco de las metas de inflación desde la década de los 90. El objetivo principal de la política monetaria es la estabilidad de precios, entendida como una inflación alrededor del 3% con un rango de tolerancia de ±1 punto porcentual. Así, las tasas de interés se anclan según el comportamiento de la inflación: a medida que ésta es mayor, se aumenta la tasa de interés interbancaria para contrarrestar el sobrecalentamiento de la economía.

90 años no pasan en vano. El IPC es una de las instituciones republicanas más antiguas y resilientes que tiene nuestro país. Testigo mudo, pero potente agente de cambio.

Javier Irarrázaval Lazcano
Académico Ingeniería Comercial
Universidad San Sebastián

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