Carta al director

Víctor Domingo Silva Endeiza

Por: Diario Concepción 17 de Diciembre 2017

Víctor Domingo Silva, nació en Tongoy, provincia de Coquimbo, el 12 de mayo de 1882.  Sus padres fueron Federico Silva y María de los Dolores Endeiza.  Casado con Eva Nelson, con quien tuvo un hijo.  Sus estudios los realiza en los liceos de Ovalle y La Serena, para luego trasladarse a Valparaíso en el año 1901, donde compartió con poetas de la talla de Carlos Pezoa Véliz, Daniel de la Vega y Augusto D’Halmar, todos en boga de la bohemia porteña.  Sus primeros poemas fueron publicados en la Revista “Pluma y Lápiz” en 1901, mientras que su primer libro “Hacía allá” vio la luz el año 1906.

Trabajó como redactor del El Mercurio de Valparaíso, entre los años 1907 a 1911, para luego en 1912 ser designado secretario de la redacción de El Mercurio de Santiago.

De su trabajo en Valparaíso se puede destacar su participación en la fundación junto a otros escritores de la Revista El Ateneo, de la Juventud de Valparaíso y de la Universidad Popular. En Santiago se relaciona con el poeta Samuel Lillo, quien lo invita a participar en tertulias y lecturas poéticas en el Ateneo, conoce aquí a Rubén Darío con quien traba una gran amistad.

Víctor Domingo Silva no sólo desarrolló la literatura, sino también abrazó la política: como miembro del Partido Radical, fue elegido diputado por Copiapó, Chañaral, Vallenar y Freirina, entre 1915 a 1918, siguiendo posteriormente la carrera diplomática, representando a Chile como cónsul en Bariloche Argentina entre 1924 a 1926. Designado cónsul en España hasta 1933, y encargado de negocios en la República Dominicana para luego volver a España como cónsul en Extremadura y Andalucía, con residencia en Sevilla.

Entre sus múltiples obras, podemos destacar que es el autor de la hermosa letra del himno de la Universidad de Concepción, al cual puso música el maestro Wilfried Junge, que levanta el espíritu de todos los que hemos sido alumnos de esta alma mater.

Víctor Domingo Silva participó en múltiples instituciones, nacionales y extranjeras, fue miembro de la sociedad de autores dramáticos, del Ateneo de Santiago, de Rotary, de la Academia Chilena de la Lengua, y fundador de una serie de revistas y diarios.  Incursionó también en el teatro, con obras como “El pago de una deuda” (1908), “Las aguas muertas” (1921) y “El hombre de la casa”.  Entre sus poesías, quien no recitó o escuchó declamar en su colegio “al pie de la bandera”, obra llena de devoción patriótica.  Por sus trabajos literarios y de teatro, se le otorgó en 1954 el Premio Nacional de Literatura y en 1959 el Premio Nacional de Teatro.

Víctor Domingo Silva dejó de existir en Santiago de Chile el 20 de agosto de 1960.  Hoy, una calle cercana al sector de la Laguna de lo Méndez rinde honor con su nombre a este ilustre poeta chileno.

 

Alejandro Mihovilovich Gratz

Profesor de Historia y Geografía

Investigador del Archivo Histórico de Concepción

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