Carta al director

El sabor amargo del debate

Por: Diario Concepción 15 de Diciembre 2017

Cuando ya estamos a días de conocer el nombre del próximo Presidente de nuestro país, ambos candidatos se enfrentaron por última vez en el debate organizado por Anatel. Debate que nuevamente dejó un sabor bastante amargo, ya que aun cuando el formato permitió un contraste de ideas, la discusión estuvo marcada por consignas, ofertones y respuestas prefabricadas, perdiendo nuevamente la oportunidad de ver un debate de fondo.

Lo cierto es que esta última etapa de la campaña se ha tornado algo tediosa por culpa de las descalificaciones y los constantes reproches con que ambos comandos se atacan día a día  por la prensa. Por eso este encuentro era una importante oportunidad de subir el nivel de la discusión y mostrarles a nuestros compatriotas diferencias de fondo entre ambas candidaturas, sin embargo, esto no pasó.  Ambos candidatos apostaron a mantener líneas discursivas bien trabajadas, lo que les impidió responder las preguntas de los periodistas, ya que tenían que usar su tiempo para entregar sus discursos, sin importar si respondían la pregunta o no.

En este contexto se hace difícil decir si alguien “ganó” el debate, sobre todo porque en este tipo de instancias cada uno de los bandos se declara triunfador. Con objetividad podemos decir que los dos candidatos cometieron errores y que fueron incapaces de responder lo que se les preguntó. Pero gracias al formato que permitía una pseudo interacción entre los candidatos, Piñera logró incomodar más a Guillier con sus constantes interrupciones a las intervenciones del senador.

Con la elección ya en su tramo final, ambos candidatos están haciendo todo lo posible por quedarse con la máxima magistratura de nuestro país. Sin duda, esta elección se convirtió inesperadamente en una de las más estrechas desde el retorno a la democracia y todo gracias a la votación del Frente Amplio. Estos votantes son una variable importantísima para determinar que pasará el domingo, pero por ahora solo nos queda esperar y ver qué cartas juegan los candidatos en estos últimos días de campaña.

 

Lucas Serrano Barraza

Académico de Administración Pública

Universidad San Sebastián

Etiquetas