Señor Director:
Como joven de 22 años, el próximo 19 de noviembre votaré en las elecciones, ya que me preocupa el destino de mi país. Los nuevos votantes dudan en sufragar ya que no confían en las autoridades ni en las instituciones. Pierden la convicción que el esfuerzo, el talento, la dedicación y la entregan hacen la diferencia en política.Esta frustración y desconfianza recae principalmente contra los legisladores, debido a que parecen más preocupados de sus propios intereses que de servir al país. A esto se suma la desconfianza que existe entre las personas, cada día se hace más difícil creer en la palabra del otro.
La pregunta es simple ¿por qué votamos? Lo hacemos por nuestra natural capacidad de sociabilizar con otros, haciendo valer nuestras propias convicciones y valores. Acogemos nuestras diferencias, propiciando y estableciendo acuerdos, comprendiendo que somos principales constructores de un mejor país. Votamos para cumplir los mínimos compromisos que tenemos con nuestra comunidad, porque tenemos fe que podemos escoger a los dirigentes y representantes que busquen mejorar la calidad de vida de las personas, forjando el progreso con libertad y justicia social.
Joaquín Eguiluz Ortega
Instituto Res Pública